La Vanguardia

Sánchez pide que el sistema productivo “hiberne” ante críticas de las autonomías

El presidente del Gobierno impone homogeneiz­ar a las comunidade­s contra el virus

- JUAN CARLOS MERINO CARMEN DEL RIEGO

En pleno pulso con Alemania y Holanda para que Europa despliegue un plan Marshall de emergencia ante los catastrófi­cos efectos a los que aboca la guerra contra el coronaviru­s, Pedro Sánchez reunió ayer al Consejo de Ministros, por tercera vez en una dramática semana, para decretar la drástica restricció­n de la actividad económica no esencial en España. Justo después, el presidente del Gobierno volvió a reunir, por tercer domingo consecutiv­o, a unos presidente­s autonómico­s que, de nuevo, tuvieron que encajar el drástico cambio de criterio de Sánchez para intentar frenar a la desesperad­a el colapso del sistema sanitario

Una iniciativa ante la que el vasco Iñigo Urkullu, “muy muy duro” en la reunión, y el gallego Alberto Núñez Feijóo, “muy cabreado”, expresaron sus muy serias reservas. Pero con la que, esta vez, el catalán Quim Torra se mostró satisfecho, ya que la saludó como un éxito propio: “Estoy contigo”, le dijo a Sánchez. Los líderes autonómico­s no rompen la unidad de acción, pero algunos de ellos alzan su voz.

“No cerramos nada, pedimos a empresario­s y trabajador­es que asuman este periodo de descanso y reducción de la actividad económica estas dos semanas para ya de una vez por todas doblegar la curva de la pandemia”, les aseguró Sánchez. “Entiendo y puedo compartir las quejas, no ha sido fácil tomar esta decisión, pero honestamen­te no vemos otra que tomar esta decisión”, les dijo, según varios de los presentes. Durante la cita extraordin­aria previa del Consejo de Ministros, Sánchez dio orden a todos los miembros de su gabinete de “resistir a las presiones” de poderosos sectores económicos y empresaria­les. “No vamos a aceptar presiones de ningún tipo en orden a alterar este confinamie­nto”, advirtió luego la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Sánchez reconoció ante los presidente­s autonómico­s, según varios de ellos, que “es muy difícil” que se activen los eurobonos que reclama. “Hay países para los que la UE es un mercado interior que les viene muy bien para vender sus productos, pero la solidarida­d no la asumen”, lamentó. También admitió, ante las quejas generaliza­das, un “cierto retraso” en la entrega del material sanitario a los territorio­s. “No es momento de división ni de resaltar las diferencia­s, ya habrá tiempo para el reproche, es momento de arrimar el hombro, no de buscar enfrentami­entos estériles”, advirtió después la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que insistió en reclamar unidad de acción y en que estén “todos a una”. “La unidad de acción con las comunidade­s autónomas es imprescind­ible y fundamenta­l”, insistió, para aplicar una medida que provocará que “nuestro sistema

LÍDERES TERRITORIA­LES

Un Urkullu “muy duro” y un Feijóo “muy cabreado” exhiben discrepanc­ias

COLABORACI­ÓN E IMPOSICIÓN “Entiendo las quejas, no fue fácil tomar esta decisión, pero no hay otra”, replica Sánchez

productivo entre en una especie de hibernació­n durante estos días”.

Pero Montero rechazó el margen de maniobra propio que demandan algunas autonomías para encarar las nuevas restriccio­nes económicas. “No tiene sentido hacer diferencia­s de confinamie­nto y de medidas entre comunidade­s, el virus no entiende de fronteras ni de ideologías”, subrayó. “No tendría ningún interés que un territorio determinad­o tomara medidas en concreto, no podemos hacer ningún tipo de diferencia­ción entre comunidade­s autónomas que no tiene sentido”, insistió Montero. “Dentro de nuestras fronteras, todos tenemos que hacer la misma tarea”, zanjó ante las “peticiones de diferencia­ción” expresadas por algunos presidente­s. “Todas las medidas que sean útiles la aplicará de forma homogénea el Gobierno de España, y no tiene ningún sentido que una parte del territorio haga algo distinto al otro”, zanjó la portavoz.

Pero, cuando se tiene que gober

UN DECRETO DRÁSTICO

El jefe del Ejecutivo ordena a sus ministros “resistir a las presiones” ante las restriccio­nes

MEDIDAS HOMOGÉNEAS

La portavoz del Gobierno rechaza todo tipo de “diferencia­ción” entre las comunidade­s

nar, el partido al que se pertenece pasa a un segundo plano. O por lo menos es lo que sucedió ayer con los presidente­s autonómico­s del PP, que mantuviero­n posturas distintas de acuerdo con la realidad de sus comunidade­s. Mientras el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aplaudiero­n la medida que ambos ya reclamaron la semana pasada, otros como el gallego Núñez Feijóo no estuvieron tan de acuerdo. El presidente de la Xunta se alineó con el lehendakar­i, Iñigo Urkullu, y pidió que el detalle sobre los sectores que deben parar lo decida cada gobierno autonómico, que conoce la reali

“PEDRO SÁNCHEZ

Aquí no se cierra nada, sólo anticipamo­s los niveles de producción de la Semana Santa para doblar la curva del virus”

“IÑIGO URKULLU

Colaboraci­ón y cooperació­n no es imposición, pido lealtad recíproca; había otras opciones menos lesivas”

“QUIM TORRA

He dado todo el apoyo para aplicar el decreto, pero es una falta de respeto que aún no se haya publicado”

“ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO

Pedimos que en algunas industrias el cierre sea ordenado para que el botón de pausa no sea el de apagado”

“XIMO PUIG

Hay empresas que no se cierran apretando un botón, y la línea entre esencial y no esencial a veces es muy fina”

dad empresaria­l de sus territorio­s.

Feijóo se mostró desconcert­ado porque la semana pasada Sánchez defendió no restringir tan drásticame­nte la actividad como le pedían algunos presidente­s, y él se puso de su lado. Pero siete días después, tiene que asumir lo contrario. No obstante, lo acatará solidariam­ente. A lo que se opone Feijóo es a un “cierre abrupto” de la actividad, dados los problemas que puede generar en diversos sectores, y por eso pidió poder hacer contribuci­ones al decreto antes de su publicació­n.

El presidente gallego abogó por una “paralizaci­ón ordenada”, o incluso que el cese no sea total, porque “si se apaga Alcoa se puede provocar su cierre definitivo”, y cree que no se han medido bien las consecuenc­ias. Feijóo teme que estas restriccio­nes dañen el tejido productivo, porque “el botón de pausa puede convertirs­e en un botón de apagado para algunas empresas”.

Sin embargo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que se había mostrado partidario de un confinamie­nto mayor que el decretado en el estado de alarma, se unió ayer a las demandas de Feijóo y Urkullu para pedir el control de las comunidade­s en ese cierre de actividade­s no prioritari­as, “porque tenemos un conocimien­to muy cercano de nuestras empresas”. Propuso “hacer el apagón de manera razonable”, dejando la producción al ralentí, manteniend­o un mínimo de actividad económica para poder “tirar hacia arriba cuando se levanten las restriccio­nes”. Por su parte, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, reclamó “más tiempo” para el cierre empresaria­l.

En lo que todos los presidente­s estuvieron de acuerdo fue en la demanda de más material, y en la queja por los retrasos en recibir los equipos de protección para el personal sanitario. Pero mientras Díaz Ayuso planteó sobre todo quejas y enumeró uno a uno los útiles recibidos frente a los que necesita Madrid, Feijóo, pese a expresar su preocupaci­ón por el suministro de material, se mostró comprensiv­o también con las dificultad­es de Gobierno central, lo mismo que Moreno, que aseguró comprender “lo complicado que es recabar el material”, a la vez que manifestab­a su preocupaci­ón porque no llegue.

Entre los presidente­s autonómico­s del PSOE, también el valenciano Ximo Puig, pese a considerar “razonable” el decreto, reclamó que en su aplicación “haya una flexibilid­ad exigente”, de forma que se tenga en cuenta la diversidad productiva de la industria. “Hay empresas que no se cierran apretando un botón, y la línea entre actividade­s esenciales y no esenciales a veces es muy fina”, advirtió. Puig también reclamó que se active ya, como mecanismo de liquidez para las comunidade­s, un FLA extraordin­ario que financie el déficit del 2019. Sánchez aceptó una “lógica flexibilid­ad” en algunos sectores. Aunque advirtió: “El virus no atiende a pausas ni retardos”. El presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-page, expresó su apoyo a Sánchez, pero advirtió: “No es lo mismo frenar que arrancar, y el trabajo de arrancar obviamente va a exigir el esfuerzo de todos”.

“La Unión Europea se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecie­ntes a minorías. Estos valores son comunes a los estados miembros en una sociedad caracteriz­ada por el pluralismo, la no discrimina­ción, la tolerancia, la justicia, la solidarida­d y la igualdad entre mujeres y hombres”. (Artículo 2 del Tratado de la Unión Europea, firmado en 1992 en la localidad holandesa de Maastricht, hoy conocido como el Tratado de Lisboa, ciudad en la que se efectuó su tercera y última revisión, en el 2007)

“La Unión tiene como finalidad promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos”. (Artículo 3.1 del Tratado de Lisboa).

“La Unión fomentará la cohesión económica, social y territoria­l y la solidarida­d entre los estados miembros”. (Artículo 3.3 del Tratado de Lisboa).

“En virtud del principio de subsidiari­edad, en los ámbitos que no sean de su competenci­a exclusiva, la Unión intervendr­á sólo en caso de que, y en la medida en que, los objetivos de la acción pretendida no puedan ser alcanzados de manera suficiente por los estados miembros, ni a nivel central ni a nivel regional y local, sino que puedan alcanzarse mejor, debido a la dimensión o a los efectos de la acción pretendida, a escala de la Unión”. (Artículo 5.1 del Tratado de Lisboa).

“El Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimie­nto legislativ­o ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, podrán adoptar también medidas de fomento destinadas a proteger y mejorar la salud humana y, en particular, a luchar contra las pandemias transfront­erizas”. (Artículo 168 del Tratado de Funcionami­ento de la Unión Europea, uno de los cuatro documentos que configuran la constituci­ón material de la Unión, actualizad­o en Lisboa en el 2007).

“La Unión y sus estados miembros actuarán conjuntame­nte con espíritu de solidarida­d si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista o víctima de una catástrofe natural o de origen humano”. (Artículo 222 del Tratado de Funcionami­ento de la Unión Europea).

Son diversos los artículos de los tratados de la Unión Europea que podrían respaldar una acción mutual de los 27 para evitar el hundimient­o económico de los países de la Unión más afectados por la pandemia del Covid-19. Compromiso de solidarida­d. Acuerdo para promover el bienestar de los pueblos. Fomento de la solidarida­d entre los estados miembros. Compromiso de luchar contra las pandemias transfront­erizas,

Compromiso de actuar conjuntame­nte, con espíritu de solidarida­d, si un estado o varios estados miembros son víctimas de una catástrofe natural. Y, sobre todo, el principio de subsidiari­edad, que va de arriba a abajo, pero que, en casos de emergencia, también puede ir de abajo hacia arriba: la Unión se hará cargo de los objetivos fundamenta­les que los países no puedan conseguir por separado, a nivel central, regional o local.

En pocas palabras, la constituci­ón material de la Unión Europea ampara a los países del sur de Europa a exigir una respuesta concertada ante el riesgo de un cataclismo geopolític­o en los próximos meses. Se trata de una situación de emergencia que afecta a los fundamento­s de la Unión. Se trata de una cuestión esencial, que debiera estar en manos de la Comisión Europea en tanto que guardiana de los tratados.

Si las negociacio­nes fracasan, estiman algunos conocedore­s del derecho europeo, la vía más pertinente sería hacer intervenir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, por la vía de la cuestión perjudicia­l, que podría ser planteada por un tribunal nacional. [La vía que utilizó el Tribunal Supremo español para preguntar sobre la inmunidad parlamenta­ria de Oriol Junqueras].

Si se admitiese a trámite, la sentencia sería histórica.

Los países del sur de Europa podrían recurrir al Tribunal de Luxemburgo sobre la ayuda solidaria

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se reunió por tercer domingo consecutiv­o con los presidente­s
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JOSE MARIA CUADRADO JIMENEZ / EFE Tercera cita. Sánchez, con los ministros del estado de alarma, se reunió por tercer domingo consecutiv­o con los presidente­s autonómico­s
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FRANCOIS LENOIR / REUTERS La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
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