Orbán recibe poderes para gobernar por decreto por tiempo indefinido
El Parlamento de Hungría aprueba dar al primer ministro mayor control social
El coronavirus podría estar convirtiéndose en algunos países en una coartada para ampliar el poder de sus gobernantes más allá de la lucha sanitaria contra la pandemia. El Ejecutivo del primer ministro de Hungría, el conservador ultranacionalista Viktor Orbán, gobernará por decreto durante un tiempo indefinido, tras aprobar ayer el Parlamento una enmienda legal que así se lo permite. La ausencia de límite temporal supone de facto que el propio Orbán podrá decidir cuándo levanta el nuevo marco gubernativo, que se superpone al estado de emergencia declarado el 11 de marzo para luchar contra la Covid-19.
Así, el Gobierno de Orbán podrá suspender leyes y bloquear la divulgación de informaciones “que puedan obstaculizar o imposibilitar la defensa” contra el virus o las medidas del Gobierno para combatirlo. Los infractores afrontarán penas de hasta cinco años de cárcel. Esta disposición inquieta a los observadores por cuanto podría utilizarse para domeñar a la prensa independiente húngara.
Vulnerar la cuarentena podría suponer penas de hasta ocho años de prisión. Desde el 11 de marzo, como medidas contra la propagación de la Covid-19, Hungría cerró sus fronteras a extranjeros y decretó el confinamiento parcial de su población de 9,7 millones de habitantes.
El Parlamento húngaro –en el que el partido de Orbán, Fidesz, posee una supermayoría de dos tercios– aprobó ayer la enmienda gracias a los 137 diputados de Fidesz y a un diputado de extrema derecha. Los 53 de la oposición votaron en contra. Bastaban 133 votos para que se aprobara. La reforma se basa en el artículo de la Constitución que permite al Parlamento conferir al Gobierno poderes extraordinarios en caso de “situación de peligro”.
Los detractores de Orbán, en su país y en el exterior, ven en la enmienda aprobada ayer un instrumento para cimentar el control del Gobierno sobre la sociedad. “Las medidas extraordinarias están relacionadas con la pandemia, su prevención, su eliminación y las consecuencias económicas perjudiciales”, defendió Csaba Dömötör, viceministro de la Oficina del Gabinete de Orbán, informa Ap desde Budapest. “No se puede declarar un límite de tiempo en esta situación porque no hay nadie que pueda decir cuántos meses de lucha tenemos por delante”, argumentó Dömötör.
Los diputados de la oposición estaban de acuerdo en otorgar al Gobierno más poder para combatir la pandemia, pero por un periodo estipulado, con la posibilidad de prórrogas. Su petición fue que “el Gobierno acepte que puede hacer esto sólo dentro de un límite temporal”, dijo el socialista Tamás Harangozó.
El partido de Orbán insiste en que el Parlamento es dueño de revocar los poderes concedidos cuando quiera, pero la oposición sostiene que la supermayoría parlamentaria de Fidesz coloca esa decisión en las manos del primer ministro. Oposición y oenegés como Amnistía Internacional y el Comité Helsinki alertaron de que “el poder ilimitado no es un remedio” contra el virus.
“Les dije claramente a los europeos quejosos que no tenía tiempo para discutir cuestiones legales indudablemente fascinantes pero teóricas”, cuando hay “vidas que salvar”, declaró Orbán la semana pasada, informa Afp. Según las estadísticas de la estadounidense Johns Hopkins University, en Hungría hay 447 casos confirmados de coronavirus, y ha habido 15 fallecidos.
La oposición reclama un límite temporal, y alerta de que “el poder ilimitado no es un remedio” contra el virus