Dona tu energía
La ayuda médica es la prioridad principal estos días, pero van surgiendo otras necesidades derivadas de la saturación de los hospitales por culpa del coronavirus. La comunicación entre pacientes aislados y sus familias es una de ellas, y sólo puede darse a través del teléfono móvil. El problema, llegados a este punto y con habitaciones y pasillos de urgencias a rebosar, es que las instalaciones no disponen de tantos enchufes como móviles que cargar. Y un grupo de amigos y amigas de Barcelona se ha propuesto colaborar contra esta carencia impulsando la campaña “Dona tu energía”.
“Hacía días que veíamos que hay pacientes que no pueden cargar su móvil, porque no hay enchufes para todo el mundo, y se quedan sin batería. Cuando entras, no sabes cuánto tiempo vas a estar ingresado, están aislados y se sienten solos, y el teléfono es su única vía de contacto con el exterior”, relata Lenin, médico residente en el hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí. Es uno de los cuatro sanitarios de su enorme grupo de amigos y amigas, que a través de Whatsapp comenzaron a poner en común los problemas en los centros de salud, también el de la carencia de enchufes. “Podrían tener una forma de cargar la batería sin el jaleo que también supone pedírselo al personal del hospital”, pensaron, y se pusieron manos a la obra.
Dona tu energía es un proyecto altruista para pedir a la gente de Barcelona que done o deje baterías portátiles cargadas, también conocidas como power banks, para llevarlas a los hospitales más saturados de la ciudad. “Somos unos 25 amigos y amigas y hay gente de muchos sectores: diseñadores, publicistas, profesionales de las TIC...”, repasa Lenin. Todo el mundo ha puesto de su parte para lanzar un espacio web (Donatuenergia.cat), una cuenta en Instagram (@donatuenergia), disponer la logística casera y contactar con administraciones y policías, que, aseguran, les han dado luz verde.
La pasada semana comenzaron a recibir solicitud de donaciones y un equipo de cerca de una decena de personas las pasa a recoger por los domicilios de Barcelona de las personas que se han sumado.
“Tienen un permiso validado por el mando de la policía y el Departament de Salut para presentar en caso de que los paren”, detallan. Han recibido envíos por correo y donaciones de centenares de ellas y, a principios de esta semana, ya habían sumado más de 500. “Lo hacemos siguiendo las directrices de protección de las autoridades”, subraya Lenin.
Una vez recogidos, se centralizan y se desinfectan los aparatos por segunda vez, ya que se pide a la gente que los entregue desinfectados y en una bolsa cerrada. Después, los sanitarios de la cuadrilla hablan con sus contactos en los hospitales de Barcelona para determinar en qué centros hacen más falta las baterías y llevarlas ellos mismos, que se desinfecten por tercera vez y se distribuyan entre los y las pacientes.