Cadáveres amontonados en Ecuador
Las calles de Guayaquil son un aviso de lo que puede pasar en Latinoamérica
Guayaquil tiene todos los números para convertirse en el epicentro del drama por la pandemia en América Latina. Numerosos y espeluznantes vídeos grabados por ciudadanos y familiares de víctimas han circulado en los últimos días en las redes sociales; la gran mayoría han sido ya contrastados y confirmados por los medios de comunicación locales, pese a que el presidente Lenín Moreno intentó inicialmente ocultar la magnitud de la crisis al hablar de “noticias falsas”. Finalmente, Moreno reconoció ayer la “gravedad” de la situación. En las imágenes pueden verse cadáveres tendidos en las calles de la capital económica de Ecuador y bolsas mortuorias amontonadas.
La opacidad del Gobierno ecuatoriano sobre el alcance de la pandemia hace difícil saber las verdaderas cifras de contagiados y muertos por el coronavirus, porque el sistema de salud ya ha quedado desbordado en la provincia costera de Guayas y no se puede certificar la causa de los decesos.
Mientras el Ministerio de Salud reconocía hasta ayer 120 fallecidos y 3.163 positivos, informaciones periodísticas hablan de centenares de muertos. La situación es especialmente dramática en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, donde los periodistas locales han constatado que hay cientos de cadáveres en las calles y dentro de las casas, esperando a ser retirados por las autoridades, que se han visto superadas por la crisis del coronavirus.
Dos terceras partes de los contagiados y de los muertos del país se dan en Guayas. El principal periódico de la región, El Universo, aseguraba el martes, citando fuentes policiales, que ese día “estaban registrados casi 450 cuerpos en lista de espera para ser retirados de las viviendas”.
El mismo rotativo indicaba que los cadáveres empezaban a ser “abandonados en varias esquinas de Guayaquil” por temor a contagios y porque las altas temperaturas, que estos días trepan a los 33 grados centígrados, hacen insoportable el olor en las viviendas después de varios días con los muertos.
“Los cuerpos de quienes han fallecido en los domicilios empezaron a ser arrojados en las aceras, en esquinas, portales o depósitos de basura, embalados”, aseguraba El Universo, que sostiene que su denuncia provocó la reacción del presidente, que en Twitter garantizó un “entierro digno” a todas las víctimas, aunque no confirmó la magnitud de esas cifras.
La jefa de la delegación que el periódico El Comercio de Quito tiene en Guayaquil, Mónica Mendoza, confirma telefónicamente a La Vanguardia la veracidad de casi todos los vídeos mencionados y la existencia de esa lista de la policía que hasta el martes tenía 418 cadáveres a la espera de ser recogidos.
“Ahora no se puede saber de qué muere la gente, todo es caos”, explica Mendoza. “No hay unas cifras consolidadas de cuántas personas han fallecido en sus casas y las causas”, agrega la periodista, que aclara que sólo han detectado falsedad en dos vídeos que circulan por las redes sociales: uno donde aparentemente es quemado un cuerpo en la calle, que en realidad serían neumáticos ardiendo encendidos por vecinos para llamar la atención de las autoridades por los cadáveres en la vía pública; y otro vídeo falso es uno donde supuestamente un cuerpo está siendo arrastrado.
“No minimicen la gravedad de esta crisis, es el momento de salvarnos todos”, dijo ayer Moreno en un mensaje a la nación donde pidió “transparentar” las cifras de afectados por la Covid-19, que hasta ahora su propio Gobierno no está facilitando acertadamente. “La información, por dolorosa que ésta sea, hay
CAOS SANITARIO
La policía tiene una lista con más de 400 cuerpos por recoger en la ciudad más poblada del país
PRESIDENTE CUESTIONADO
Tras minimizar la crisis, Moreno reconoce ahora la “gravedad” y pide “transparencia”
que transparentarla, hay que decir la verdad; sabemos que tanto en número de contagiados, como de fallecimientos los registros oficiales se quedan cortos”, agregó el controvertido presidente.
Hasta el miércoles, Moreno cuestionó las informaciones periodísticas y los vídeos con cadáveres. “Colegas presidentes, no nos hagamos eco de las noticias falsas que tienen clara intencionalidad política”, tuiteó el mandatario ese día, en respuesta al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que citó a Ecuador como ejemplo de la catástrofe que provoca la pandemia e invitó a sus seguidores en las redes sociales a ver los vídeos con cadáveres que circulan por internet.
No obstante, para entonces Moreno ya había prometido enterrar con dignidad a todas las víctimas del virus tras los rumores de que se estaba construyendo una fosa común en Guayaquil. El mandatario nombró al presidente del banco estatal Banecuador, Jorge Wated, como responsable de retirar los cuerpos y enterrarlos, para lo cual se están habilitando dos nuevos cementerios con capacidad para 2.000 sepulturas. “Reconocemos cualquier error y pedimos disculpas a quienes tuvieron una demora de días en retirar a sus seres queridos”, dijo Wated. “Estamos trabajando para que cada persona sea sepultada con dignidad en espacios unipersonales”, agregó. Wated ofreció una estimación de que, sólo en Guayas, las víctimas mortales podrían llegar a 3.500 en los próximos meses.
El horror de Guayaquil deja en evidencia la inoperancia e improvisación del Gobierno en esta crisis. Aunque Moreno decretó una cuarentena el 16 de marzo y, posteriormente, implantó el toque de queda, las medidas no han resultado efectivas. Además, hace unos días se vio obligado a designar a un nuevo ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, tras la dimisión de Catalina Andramuño.
Ecuador se ha convertido ya en uno de los mayores focos de contagio del virus en Latinoamérica y uno de los motivos radica en el amplio flujo de ecuatorianos con España, donde representan una de las mayores comunidades extranjeras. De hecho, el primer caso de la Covid-19 en Ecuador fue una mujer de 71 años que había emigrado a España y vivía en Torrejón de Ardoz. Viajó de vacaciones a Guayaquil y acabó falleciendo el 13 de marzo.
FALLECIÓ EL 13 DE MARZO Una inmigrante que había viajado desde España fue el primer positivo de Ecuador