La Comisión Europea se disculpa ante Italia por su respuesta inicial a la crisis
Las disculpas llegan tarde, pero llegan. “Hace falta reconocer que en los primeros días de la crisis, cuando hacía falta una respuesta común europea, muchos pensaron en sus propios problemas”, admitió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una carta publicada ayer en La Repubblica. “Fue un comportamiento que hizo daño y podía haber sido evitado”, continuó, antes de decir que ahora la UE ha cambiado de opinión y quiere dar una mano a Italia, el país europeo más golpeado hasta el momento por el coronavirus.
El escrito de Von der Layen llega en un momento en que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no cesa de pedir que Europa ayude económicamente a los países más afectados por la emergencia sanitaria. La falta de una respuesta europea está empujando el euroescepticismo en el país y algún alcalde de la a Liga ya ha retirado la bandera europea de su municipio.
Italia está algo mejor que hace unas semanas, pero la recuperación es muy tímida. El país transalpino ha llegado al pico de contagios, pero todavía se encuentra en un “altiplano” –así lo han dicho las autoridades– a la espera de que la cifra de enfermos de coronavirus y los fallecidos empiece a descender en los próximos días. Este jueves registraron 760 muertos, un número algo superior que los 727 que hubo el miércoles y que hace ascender el total de fallecidos a 13.915. La cifra de nuevos positivos sigue cayendo: ayer fueron 2.477, respecto a los 2.937 del día anterior. En total ya hay 115.242 casos diagnosticados de Covid-19 en Italia, de los cuales más de 18.000 se han curado.
En otra rueda de prensa, Conte –que responde a las preguntas de los periodistas conectados telemáticamente– definió el miércoles este periodo como el previo a la segunda fase, el momento en que finalmente comenzará la retirada gradual de las medidas de confinamiento. El Ejecutivo ha prolongado oficialmente el aislamiento hasta el 13 de abril, pero eso no significa por fuerza que el día siguiente los trabajadores podrán volver con normalidad a su puesto de trabajo. El Gobierno, aconsejado por un comité técnico-científico, trabaja con la idea de un plan para mantener el cierre hasta el 4 de mayo, aseguran los medios locales. Primero empezarían a trabajar las personas que hayan desarrollado anticuerpos o tengan menos posibilidades de enfermarse. El objetivo es proteger a la población de riesgo.
“Cuando se empiece a abrir la ciudad esto no se habrá acabado. Hasta que no tengamos vacuna será una situación anómala”, advirtió el alcalde de Milán, Beppe Sala.