Seat empieza a producir unos 3.000 respiradores de emergencia a la semana
La autorización de Sanidad aún no está completa, según Can Ruti y Clínic
Después de una mañana de intensos contactos con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, Seat obtuvo ayer autorización para iniciar la fabricación en serie de respiradores en sus instalaciones de Martorell. La línea habilitada para este fin se quería poner en marcha anoche.
Según fuentes de Seat, queda pendiente un trámite administrativo, el certificado sobre electromagneticidad, pero la Agencia Española del Medicamento, aseguran, les ha dado luz verde para la producción del aparato. Los equipos de Can Ruti, Clínic y Universitat de Barcelona, que llevan semanas trabajando sobre este y otros dos proyectos, insisten en que faltan aún pruebas, como la de electromagneticidad, que aseguren que el aparato no interfiere en otros dispositivos.
Esta falta de certificado, que no consideran un mero trámite administrativo, ha impedido que los equipos de ambos hospitales y de la facultad de Medicina lanzaran las campanas al vuelo para poner en marcha el uso, dentro de un ensayo clínico, del proyecto que ha desarrollado Protofy.xyz denominado Oxygen.
El producto de este grupo, y que Seat va a producir, es una solución que automatiza un dispositivo manual, los Ambu, esos globos que se usan para meter aire en los pulmones de forma manual. Pasarían a moverse de forma mecanizada y autónoma. Según la nota facilitada por los investigadores, el aparato permitiría controlar la frecuencia respiratoria y la proporción entre inspiración y expiración de forma constante y objetiva.
Oxygen, como los otros dos que se están estudiando y desarrollando en la colaboración de Can Ruti, Clínic y UB, son una asistencia respiratoria de emergencia que permitirá aguantar al enfermo cuando no hay respiradores libres en las UCI.
Seat cree que puede alcanzar las 3.000 unidades semanales. Pero la demora en la autorización llevó al vicepresidente de producción, Christian Vollmer, a decidir suspender la fabricación y enviar a casa a los 150 empleados implicados en el proyecto, en su mayor parte, técnicos e ingenieros. Eso desencadenó la alarma en el interior de la empresa, hasta el punto de que el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, criticó “el exceso de burocracia en momentos en los que lo importante es salvar vidas”.
Ayer todo se aceleró y el ministro Salvador Illa de informó en la comisión de Sanidad del Congreso que en las siguientes horas se empezaría a producir en Seat hasta 300 respiradores diarios.
También dijo que se recibirían 50 respiradores del Gobierno alemán y 40 más de la empresa Draeger. Y que la empresa Hersill, de Móstoles, empezaría hoy a a producir respiradores, hasta 5.000 unidades durante las próximas semanas.
Seat tiene previsto establecer cuatro turnos para acelerar la fabricación, prevista entre 150 y 300 unidades diarias, Habrá turnos de mañana, tarde y noche, y un cuarto de refuerzo para atender necesidades allí donde sea necesario. La línea está preparada, los proveedores comprometidos y ahora sólo falta industrializar el aparato. Ya se han fabricado 13 prototipos –dos ya estaban en Can Ruti– y siguiendo las indicaciones de Sanidad se ha asegurado el suministro de los múltiples componentes.
“Es el proyecto más gratificante que hemos abordado”, ha destacado Luis Comas, vicepresidente de la compañía, y una de las personas más involucrada en el proyecto.
La Agencia Española del Medicamento, a la que en los últimos días se ha acusado de burocratizada, trabaja con 6 proyectos que ya están muy avanzados.