Las universidades y el Govern darán hoy por concluido el curso presencial
El president Torra se compromete a avanzar los retrasos a la escuela concertada
El Ministerio de Universidades ha dejado en manos de cada universidad la decisión de cómo terminar el curso 2019-2020, si a distancia o de forma presencial cuando se levante el periodo de confinamiento por la crisis del coronavirus. El ministro de Universidades, Manuel Castells no ha llegado a consensuar una posición común en la reunión que mantuvo ayer con los consejeros de las comunidades autónomas, y ha emplazado a un nuevo encuentro telemático para alcanzar acuerdos el próximo 15 de abril.
Aunque las decisiones últimas sobre la adaptación de la enseñanza universitaria a las condiciones de emergencia sanitaria corresponden a las universidades en el ejercicio de su autonomía –la Autònoma de Barcelona ya ha anunciado que no volverá abrir las aulas– el ministerio pide que se realice de forma colegiada con las administraciones autonómicas. Y esto es lo que se va a hacer en Catalunya. Entre los rectores catalanes, que se reúnen hoy con la secretaría de Universitats, existe un amplio consenso sobre el mantenimiento del curso a distancia, descartando la vuelta a las aulas, una posibilidad que se quería apurar hasta hace unos días cuando se confiaba en que serían suficiente el periodo de confinamiento actual.
Los rectores y el Govern quieren acordar medidas de actuación comunes para dar tranquilidad a los estudiantes, pero suficientemente flexibles para que puedan adaptarse a las necesidades de cada centro. En todo caso, se comprometen a informar a los profesores y alumnos de los cambios de cada asignatura y de los métodos de evaluación con tiempo suficiente para prepararse, como recomienda el ministerio.
Los aspectos que más preocupan del fin del curso académico telemático son la metodología de las evaluaciones finales, las prácticas externas y las defensas de los trabajos finales de grado y máster, cuyas presentaciones podrían ampliarse al verano y al próximo curso, una ampliación temporal que también incluye las prácticas curriculares.
Respecto a la evaluación, existen varias líneas de trabajo en los grupos de trabajo de los rectores españoles. Dada la dificultad tecnológica de realizar exámenes a distancia con garantías, una competencia que no está al alcance de todos los centros, y la garantía de que todos los alumnos puedan realizarla, se está estudiando la posibilidad de renunciar a un examen final y mantener la evaluación continua.
Otra línea de trabajo paralela baraja trasladar los exámenes y prácticas presenciales –fundamentales en ciencias experimentales y tecnológicas– a julio, tras los exámenes de selectividad que se ha determinado que finalicen el 10 de julio (en Catalunya son el 7,8 y 9 de julio).
Andalucía ha sido la primera comunidad en dar por acabadas las clases en sus campus públicos. La Universidad de Cantabria, la de Navarra y la UAB también han tomado la misma decisión. En cambio, el Gobierno vasco ha rechazado de manera “frontal” esta opción y prefiere mantener los dos escenarios, tanto volver a la presencialidad como terminar a distancia. Respecto a las prácticas, la posibilidad de aprobarlas con el 50% de las realizadas, Euskadi considera que existen titulaciones en el que este porcentaje sería aceptable pero en otras, no, si mantiene la exigencia de la calidad.
El ministro de Universidades, Manuel Castells y las comunidades autónomas volverán a reunirse el próximo día 15 de abril para garantizar
Queda por debatir cómo y cuándo se celebrarán los exámenes finales y las prácticas del curso
el cierre del curso de “manera coordinada”. El objetivo es garantizar que el alumno no pierde el curso que finalizó de forma presencial el pasado 16 de marzo en el país y tres días antes en Catalunya.
Por otra parte, el president de la Generalitat, Quim Torra, manifestó ayer, durante la reunión del Consell Escolar de Catalunya, que “el Govern es consciente de los problemas de liquidez de los centros concertados” por lo que este mes de abril se abonará los retrasos de febrero y marzo juntos, correspondientes al denominado módulo de funcionamiento. El sector concertado pedía también que se doblara este concepto durante el periodo de confinamiento atendiendo a los problemas financieros de las familias.