La policía controla el buen uso del transporte gratuito
Mossos, Guardia Urbana y seguridad privada comprueban en los accesos que los viajeros son personal de servicios esenciales
La gratuidad del transporte público en Catalunya durante una semana se ha puesto en marcha acompañada de un amplio dispositivo policial. El objetivo es garantizar que la recompensa para aquellos que siguen trabajando en servicios esenciales no se convierte en un aliciente para ociosos y paseantes, ya sea con un perro o una barra de pan en la mano.
La Guardia Urbana y los Mossos d’esquadra, junto a los agentes de seguridad privada de los operadores de transporte público, piden la documentación a todos aquellos que acceden a la estación. Los usuarios les muestran su salvoconducto en el que queda explicitada la necesidad de su desplazamiento para ir a trabajar o para alguno de los supuestos recogidos en el real decreto.
Los resultados del primer día demuestran que la población ha interiorizado el mensaje. “No hemos detectado ningún incremento de usuarios en el transporte público ni picaresca, el comportamiento de la población está siendo ejemplar”, valora la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón. Los datos lo atestiguan: un 92% menos de pasajeros en el metro que un día previo al estado de alarma, igual que antes de entrar en vigor la gratuidad. Lo mismo en el autobús, donde las validaciones han caído un 95%, porcentajes similares a los registrados en Rodalies y Ferrocarrils de la Generalitat.
El transporte público será gratuito hasta el jueves 9 de abril. Hasta entonces, los viajeros deben validar un billete, aunque esté agotado o caducado, para controlar el número de personas que acceden y poder compensar posteriormente a las empresas de transporte. Por su parte, los usuarios que llevan en casa varias semanas confinados y habían comprado abonos mensuales serán compensados de una manera aún por determinar cuando finalice el estado de alarma.
Todo esto sucede en un momento en el que cada día es prácticamente igual que el anterior y el posterior, pero si no fuera por el coronavirus, muchos estarían preparando las maletas para empezar una semana larga de vacaciones. Para evitar la tentación de relajar el confinamiento y escaparse en coche a la segunda residencia o a casa de algún familiar, el Ayuntamiento ha preparado junto a los Mossos un dispositivo especial para la “operación no salida”, en palabras del teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. Se controlarán de manera estricta todos los desplazamientos de salida que haya este viernes, y se volverá a repetir el jueves y viernes de la semana que viene. “Lo que toca ahora es una operación de encierro, la Semana Santa debemos pasarla confinados y recluidos en casa”, enfatizó ayer Batlle. Los que se muevan sin pertenecer a ninguno de los servicios declarados esenciales se expondrá a una multa, como ya les ha pasado a 13.919 particulares denunciados durante las dos últimas semanas.
Los datos de desplazamientos de los últimos días hacen ser optimistas a las autoridades municipales. El tráfico en la ciudad ayer se redujo un 80,4% respecto a un día previo al estado de alarma, unos niveles que no se esperaban alcanzar en ningún momento.
Un dispositivo especial garantizará que en las carreteras este viernes hay una “operación no salida”