Adiós a ‘Hacha Brava’
Goyo Benito, uno de los centrales más duros del Real Madrid de la década de los setenta, muere por coronavirus a los 73 años
Goyo Benito, histórico defensa central del Real Madrid de la década de los setenta, murió ayer a los 73 años tras más de diez luchando contra el alzheimer. El coronavirus precipitó el fallecimiento. El exdefensa vivía desde hacía años con la salud muy deteriorada en una residencia en el barrio de Mirasierra y tras una crisis fue trasladado a un hospital, donde se le detectó positivo por la pandemia.
Representante típico de una época de defensas que se empleaban con gran dureza, Goyo Benito jugó en el primer equipo de los blancos trece temporadas, desde 1969 a 1982, en las que disputó 420 partidos y ganó numerosos títulos, entre ellos seis Ligas y cinco Copas.
Nacido en 1946 en el pueblo toledano de Puente del Arzobispo, Benito entró en las categorías inferiores del Madrid con 16 años. Pronto se haría famoso por su fortaleza física, un juego implacable como central, (su apodo Hacha Brava ya lo decía todo), y un tupido bigote que luciría siempre como sello inconfundible.
Benito sucedió como titular en la selección a Gallego y perdió su puesto ante la pujanza de Migueli, otro blaugrana. Fue 22 veces internacional en un tiempo donde no se jugaban tantos partidos. El seleccionador que le hizo debutar en la roja fue Kubala, al que siempre profesó gran cariño. Jugó la fase de clasificación del Mundial de Argentina 1978 y dos fases de clasificación de la Eurocopa (1972 y 1976).
En el primer equipo del Madrid Hacha Brava debutó el 26 de octubre de 1969, en Atocha ante la Real Sociedad, y ese día jugó de lateral izquierdo. Como extremo izquierdo tenía a Paco Gento, al que siempre llamó Don Francisco.
Benito se haría con el puesto de titular en la campaña 1971-72, sustituyendo a Pedro De Felipe. No se andaba con chiquitas. De aquellos tiempos queda para la historia del fútbol español las súplicas de Biri Biri, famoso delantero del Sevilla, que en pleno partido, y después de un buen puñado de faltas recibidas, se giró hacia el defensa toledano y le dijo: “¡Por favor, señor Benito, no me pegue más!”.
Central puro de los que nunca subía a rematar (eran otros tiempos) en toda su carrera sólo marcó tres goles, el más importante uno de cabeza que anotó en la Copa de Europa al Oporto y que significó para su equipo el pasar ronda. Fue aquel un Madrid que sucedió al equipo de los yeyés, dominador de la Liga española pero que no pudo recuperar la hegemonía europea. Benito tuvo como primer entrenador a Miguel Muñoz; luego a Luis Molowny y finalmente a dos yugoslavos a los que aún se venera en Chamartín: Miljan Miljanic y Vujadin Boskov.
Pese a la dureza de su juego, Benito siempre decía que él en todo momento había jugado con nobleza, que nunca había lesionado a nadie y en cambio él había sufrido muchas. Tuvo que ser operado hasta ocho veces: cinco de rodilla, dos de nariz y una de tibia.
El Real Madrid lo despidió con un partido de homenaje el 13 de septiembre del año 1984 en el Bernabeu ante el Tottenham Hotspurs. En ese Madrid ya jugaban varios de los componentes de la Quinta del Buitre. Un fútbol muy distinto.
Una vez colgadas las botas, Benito desempeñó diversos cargos en el Real Madrid hasta que se retiró hace ya unos años. Con el dinero ganado montó algunos negocios, el más famoso el pub El cinco blanco, el número de dorsal que llevó siempre en la camiseta, un local de gran éxito.
En su comunicado de condolencias, el Madrid dice que “el madridismo está de luto en recuerdo de uno de los más grandes defensas de nuestra historia”. En un 2 de abril pero de 1992 murió también otro mito de la entidad: Juanito.
EL PALMARÉS El central toledano jugó trece temporadas en el Real Madrid y ganó seis Ligas y cinco Copas
EL NEGOCIO Cuando colgó las botas en 1982, Benito montó un pub de gran éxito en Madrid, El cinco blanco