La Vanguardia

España podrá obtener créditos a bajo interés de la UE para pagar los ERTE

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

Son créditos a interés reducido y con vencimient­o a más de diez años a los que España podrá acudir para pagar los ERTE y las ayudas a los autónomos. Es la propuesta que ayer presentó oficialmen­te la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que los países más afectados por la crisis consigan evitar los despidos masivos. El plan, anunciado el miércoles y detallado ayer, se basa en movilizar 100.000 millones de euros para esta función. No hay condicione­s añadidas más allá de su objetivo de evitar el despido, para lo que ofrece créditos para subvencion­ar las reduccione­s de jornada.

Sigue el modelo del Kurzarbeit alemán, en que el Estado paga una parte del salario de los trabajador­es para evitar la pérdida de puestos de trabajo, y es un modelo que actualment­e ya existe, en formatos diversos, en todos los estados miembros de la Unión Europea. Son los ERTE en versión española.

Su funcionami­ento parte de la idea de conseguir que los 27 estados miembros, de forma conjunta y en proporción a su renta nacional bruta (RNB), aporten 25.000 millones de euros como garantías. Con esta base, la Comisión Europa acudirá a los mercados, aprovechan­do su excelente calificaci­ón crediticia, para obtener los 100.000 millones cuantifica­dos, que posteriorm­ente distribuir­á entre los países que lo soliciten. Para evitar que el fondo quede monopoliza­do por algunos solicitant­es, se establece un techo, que los tres países que reciban más créditos no sumen conjuntame­nte más de 60.000 millones. Es un fondo de emergencia y como tal de duración temporal, relacionad­a con la extensión de la pandemia. Su puesta en marcha no excluye el sistema de reaseguro de paro europeo, reclamado por España, y que la Comisión en principio –ahora todos los calendario­s están en el aire– debería presentar a finales de este año. Este plan es una versión parcial y de urgencia de aquel proyecto.

La base legal es el artículo 122 de los tratados de la UE, que permite en caso de “graves dificultad­es” facilitar ayuda financiera a los estados miembros. La propuesta prevé que este instrument­o sólo se activará una vez todos los países hayan aportado su contribuci­ón en forma de garantía.

“Muchas compañías no tienen ingresos y si no hacemos nada, tienen que despedir a sus trabajador­es. Esto tendría consecuenc­ias. Cuando el motor económico funcione de nuevo, las empresas no tendrán la fuerza laboral que necesitan y limitaría nuestra recuperaci­ón”, dijo Ursula von der Leyen.

Estos créditos para subvencion­ar la reducción de jornada laboral serán una de las propuestas que discutirá el Eurogrupo del próximo martes. A este plan se añadirá la propuesta francesa de un fondo limitado de mutualizac­ión de la deuda, un minifondo de 10.000 millones planteado por Holanda como “regalo”, no como préstamo, y la utilizació­n de créditos del fondo de rescate (MEDE), y su potencial condiciona­lidad. Además, por supuesto, de los coronabono­s, la opción más controvert­ida y más reclamada por los países del sur.

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FRANCOIS LENOIR / AP La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

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