Jóvenes encerrados
La dirección general de Joventut ha iniciado la difusión de una guía para aprender a gestionar el confinamiento con equilibrio emocional, ánimo de superación y espíritu cooperativo. ‘Cómo encontrarle sentido pretende ayudar a los jóvenes a sacar partido de la reclusión.
Agustí, 16 años, estudiante de cuarto de ESO. La última vez que salió de casa fue para jugar un partido de pádel, el 14 de marzo. Al principio le parecía una broma, un capítulo sin importancia de una novela juvenil de terror con final feliz. Unos días sin clase... ¡genial! No ha vuelto a pisar la calle. Hoy, como casi todo el mundo, cumple tres semanas de confinamiento. El encierro ha pulverizado el viaje de fin de la ESO, las vacaciones de Semana Santa, y el chico pelea, como todos, para salir indemne de un mundo inexplorado. Cómo encontrarle sentido, una guía en línea consejos prácticos de carácter psicológico y pedagógico, puede ayudarle. Figura en la redes sociales de Joventut, así como en el portal Confinats.cat y en la web Adolescents.cat, líder en Catalunya con unos 2 millones de visitas y 800.000 usuarios únicos mensuales.
Las cinco fases del confinamiento. Agustí pasó de la alegría inicial por el desconocimiento de las clases y la suspensión de las clases a la fase de comprensión en la que se inscribe actualmente. Como punto de partida, la guía propone a los jóvenes que identifiquen en qué fase de aprendizaje emocional se encuentran: “En situaciones de la vida en que existe pérdida o dolor pasamos por diferentes fases. El confinamiento también es una pérdida: por tanto, en estos días podemos pasar por estas fases. ¿Tú en cuál estas?”. Los periodos, que cambian en función de las diferentes emociones (felicidad, vergüenza, sorpresa, amor, alegría, nervios, rechazo, miedo, rabia o tristeza), arrancan en la negación (cuando todavía no estamos preparados para hacer frente a la situación) y evolucionan hacia la resignación, aceptación, comprensión y, finalmente, el agradecimiento (cuando obtenemos aprendizajes).
La convivencia en casa. Una vez identificada la situación emocional del joven, el manual propone que reflexiones sobre su convivencia en el hogar: lo que le haya hecho sentir bien y lo que le haya hecho sentir mal, por acciones suyas o de los demás. Se trata de encontrar respuesta para una inquietud: “¡Qué necesitas para vivir como tú quieres?”.
Conectados al mundo. “Incluso desde el confinamiento tenemos mil y una posibilidades de conectarnos con el mundo y de expresarnos”. El manual propone a los jóvenes que potencien sus conexiones telemática, y descubran nuevas formas de hacerlo, para desarrollar a través de ellas proyectos de tres días de duración. Los objetivos: crear (explorar y desarrollar habilidades), compartir (conocimientos, inquietudes, ayuda), comunicarse (explorar nuevas maneras de contactar con los amigos), participar (usar los espacios virtuales para colaborar en iniciativas sociales) y expresarse (“dejar salir lo que llevas dentro de mil y una maneras, con palabras, movimiento o plasmado en un papel. Escuchar lo que hay dentro para dejarlo salir”).
Algunas ideas. Para afrontar los objetivos mencionados no es preciso conectarse a la red. Pueden afrontarse en cualquier rincón de casa, y la guía propone y reclama sugerencias en este sentido. Por ejemplo, cuando se trata de crear emplaza a recuperar los instrumentos musicales, a escribir poemas o aquella historia que hace tiempo te ronda por la cabeza o a reorganizar el espacio en el que ahora pasamos tanto tiempo para crear nuevas opciones. Compartir: proponer al entorno un cine fórum o un club de lectura, ver una obra de teatro en línea y comentarla, enseñar a la familia a utilizar aplicaciones y dispositivos... Comunicar: “Quizá ahora es el momento para tener una conversación en casa que hace tiempo que querías tener”, o de recuperar viejas amistades a través de la red. Ayudar a vecinos desde casa o colaborar en la manufacturación de productos sanitarios (mascarillas, diseños 3D, impresiones digitales) son ideas para participar. Una escuela de superación personal. Según la directora general de Joventut, Laia Girós, las circunstancias actuales “ofrecen a los jóvenes una escuela de educación no formal de autoconocimiento y superación personal”. “Esta situación que sufrimos hace aflorar en la juventud miedos, inseguridades y angustias que se añaden a las habituales. Pretendemos acompañarles desde diferentes frentes y ayudarlos a convertir las dificultades psicológicas que el confinamiento tiene sobre la salud emocional en una oportunidad pedagógica y un aprendizaje para la vida”.