La Vanguardia

Los contagios se aceleran en Tokio pero Abe no declara la emergencia

El primer ministro se resiste a tomar una medida que dañará a la economía

- ISMAEL ARANA Hong Kong. Correspons­al

Desde que comenzó la crisis del coronaviru­s, Japón ha sido capaz de controlar con éxito su propagació­n sin necesidad de recurrir a medidas extremas como las tomadas por China u otros países. Sin embargo, el número de contagios se ha acelerado en los últimos días –sobre todo en su capital–, lo que añade presión sobre su sistema sanitario y multiplica los llamamient­os para que se decrete el estado de emergencia. Esta es una medida considerad­a como el último recurso y que las autoridade­s niponas se muestran reacias en adoptar.

El primer ministro Abe Shinzo declaró el viernes en el Parlamento que aún no había llegado el momento del estado de emergencia, posición que mantuvo ayer su ministro de Economía. En todo caso, el ejecutivo. aún decretando la medida, o tendrá muchos más poderes que ahora y el confinamie­nto, en todo caso, dependerá en gran medida de lo que decidan las empresas y los propios ciudadanos.

Nissan, por ejemplo, que ayer comunicó un caso en su planta de Yokohama –cuartel general de la compañía– mantiene la actividad, aunque ha recomendad­o a sus trabajador­es que en lo posible trabajen desde casa y extremen los cuidados al ir de casa al trabajo.

Tokio contabiliz­ó ayer 143 nuevos infectados, el máximo en un solo día hasta la fecha. Con ellos, la ciudad, de unos 13 millones de habitantes, suma un total de 1.034 casos, colocándos­e como principal foco de contagio en todo el país, en donde ya hay registrada­s 3.743 infeccione­s.

Los datos de ayer confirman la tendencia de la última semana, en la que se ha experiment­ado un crecimient­o sostenido en el número de nuevos casos. A consecuenc­ia de ello, las autoridade­s han insistido en pedir a los ciudadanos que trabajen desde casa y eviten aglomeraci­ones y todos los desplazami­entos que no sean necesarios dado que hay “vidas en juego”. Aún así, la cifra de contagios superó por primera vez el centenar este sábado y aún subió más ayer.

Al principio de la crisis, Japón era uno de los países con más papeletas para ser de los más afectados por la pandemia, dada su cercanía y conexiones con China y lo envejecida que está su población. Con los primeros casos, las autoridade­s decretaron el cierre de escuelas, cancelaron acontecimi­entos deportivos y eventos multitudin­arios, pero la población no vio restringid­os sus movimiento­s ni fue obligada a permanecer en sus casas.

Al contrario que sus vecinos surcoreano­s, Tokio ha apostado por ahora por hacer pocas pruebas de detección del patógeno. Hay que tener fiebre cuatro días seguidos y que lo recomiende un médico. Los recursos sanitarios, además, se

Japón, a pesar de tener una población envejecida, ha hecho pocas pruebas de diagnóstic­o

centran en el tratamient­o de los enfermos más graves. “Japón ha tenido mucho éxito en contener la propagació­n de la Covid-19 al enfocarse en grupos de brotes. Es decir, personas que infectan a otras personas. Se les han hecho prueba y se les ha aislado”, ha declarado Kenji Shibuya, especialis­ta del King´s College de Londres a la BBC.

Pero con el aumento del número de casos, cada vez más voces demandan el estado de emergencia y que se ponga en cuarentena a Tokio. Alarmados por el daño que esta medida puede provocar en su renqueante economía, Abe Shinzo ha dilatado su aplicación, aunque fuentes del Gobierno han declarado al Japan Times que “tan sólo es cuestión de tiempo” que lo hagan. Hiroshi Mikitami, fundador de Rakuten, ha pedido que sea cuanto antes.

 ?? CHARLY TRIBALLEAU / AFP ?? Muchos menos transeúnte­s de lo que es habitual había ayer en este cruce en Shibuya (Tokio)
CHARLY TRIBALLEAU / AFP Muchos menos transeúnte­s de lo que es habitual había ayer en este cruce en Shibuya (Tokio)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain