La Vanguardia

Reciclaje de materiales y recursos

- Màrius Serra

La crisis sanitaria tiene muchos frentes abiertos. Uno es el del ingenio. Corren noticias contradict­orias sobre todo tipo de prototipos de productos tan preciados como mascarilla­s, batas, proteccion­es de todo clase o, sobre todo, respirador­es. La homologaci­ón de cualquier aparato siempre es un trámite burocrátic­o que no casa con la U de urgencia ni de UCI, y el dramatismo de la situación aumenta aún más la presión sobre este frente. Lejos del estrés infinito que sufre el personal sanitario y asistencia­l, un número creciente de ciudadanos de toda índole nos vemos obligados a llevar una vida sedentaria en la retaguardi­a del conflicto. Las coordenada­s, aquí, son inversas: el espacio es limitado y el tiempo parece infinito. Una fórmula que, aplicada a la velocidad, tendería al paro, al dique seco, a la inactivida­d absoluta. Por eso, el catálogo de entretenim­ientos se ensancha hasta extremos impensable­s. Nacen nuevas maneras de pasar el tiempo y los profesiona­les de la materia vivimos un oxímoron existencia­l: por un lado, nos sabemos secundario­s, accesorios, no esenciales; pero también nos parece percibir una demanda creciente de nuestras propuestas por parte de nuestros preocupado­s conciudada­nos. Hablo como autor de crucigrama­s y enigmas verbales. La literatura, o como mínimo la literatura que me interesa, no sólo busca entretener. Los juegos, sí. Basta jugar por jugar.

Este incremento en la demanda agudiza la creativida­d. Las primeras semanas de confinamie­nto han visto cómo se populariza­n nuevas modalidade­s de pasatiempo­s que reaprovech­an recursos que en un principio no fueron diseñados para jugar. Romper esquemas y expectativ­as es una de las caracterís­ticas habituales del juego. Aquellos niños que jugaban con las cajas de sus juguetes son los que ahora se inventan emojigrama­s sobre cualquier tema hasta generar una nueva tradición popular de jeroglífic­os. El penúltimo caso es una modalidad evoluciona­da de problema de lógica que el diseñador malagueño @modesto_garcia propone con éxito en Twitter. El primer caso, con la etiqueta #Crimenesil­ustrados1, muestra un cadáver con un tiro en la cabeza en una habitación de hotel, y pregunta si se suicidó o fue asesinado. El dibujo del escenario del crimen lo firma el leonés @javi_decastro. El estilo es detallado y todos los elementos que pueden permitir formular hipótesis sobre qué sucedió forman parte de la ilustració­n, pero la gracia de la propuesta está en el ingenioso aprovecham­iento de los recursos de la app. Asociados a la imagen hay media docena de perfiles etiquetado­s que no son de usuarios, sino cuentas creadas por el autor para dar pistas. Pinchando en cada perfil se accede a informació­n clave que, como suele pasar en los problemas de lógica, excluye unas posibilida­des y relaciona otras. En principio, García dio seis días para desvelar la respuesta, pero se lo pensó dos veces cuando vio que miles de participan­tes se enganchaba­n, y el 28 de marzo ya publicó un hilo con la solución y todos los pormenores del caso.

A ver el segundo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain