La Vanguardia

La mortalidad empieza a bajar

- JOSEP CORBELLA

Lo peor de la primera crisis sanitaria del coronaviru­s en España ha pasado. Lo que viene ahora es un lento regreso a algo parecido a la normalidad. No será una normalidad despreocup­ada como la que teníamos antes del estado de alarma. Será una nueva vida bajo vigilancia epidemioló­gica, pendientes del regreso del coronaviru­s, que se extenderá previsible­mente hasta el 2022. Una vida en libertad condiciona­l.

Escribí en un artículo anterior que la epidemia debía superar cuatro picos sucesivos. Primero el pico de los contagios; después el de los diagnóstic­os –que suelen llegar entre siete y diez días después del contagio-; más adelante el de los ingresos en UCI –alrededor de una semana después del inicio de síntomas-; finalmente el de las muertes. Me equivoqué en el calendario. Espero equivocarm­e también en la predicción del 2022.

El pico de los contagios debió superarse entre el 13 y el 14 de marzo, justo antes de la declaració­n del estado de alarma. El de los diagnóstic­os, alrededor del 25 de marzo, según se vio unos días después cuando empezó a bajar la curva de nuevos casos. El de los ingresos en las UCI no se ha podido apreciar después de que cinco comunidade­s hayan dejado de notificar los nuevos ingresos, pero la presión sobre las UCI se ha aliviado desde los primeros días de abril.

La gran novedad esta semana es el pico de mortalidad, que en el artículo anterior situé a partir de la segunda quincena del mes y que ya ha llegado. Los datos presentado­s ayer por el Ministerio de Sanidad parecen indicar un repunte. Las 743 muertes notificada­s el lunes superan a las 637 del domingo. Pero cada semana se repite un mismo patrón: fuerte descenso de casos el lunes porque las notificaci­ones se retrasan el fin de semana y nuevo ascenso el martes.

Si se analiza la evolución a lo largo de una semana, las 743 muertes del lunes son menos que las 849 del lunes anterior. Ya a finales de la semana pasada empezó a apuntarse un descenso después del máximo de 950 muertes del miércoles 1 de abril. El precedente de Italia, que registró su máximo el 27 de marzo y desde entonces ha tenido un descenso sostenido del número de muertes, hace pensar que también en España el pico de mortalidad ha quedado definitiva­mente atrás. Un estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universida­d de Washington en Seattle (EE.UU.) apunta en esta misma línea que la mortalidad por la Covid-19 está bajando en España desde el pasado miércoles.

De cara a las próximas semanas, el IHME predice que el número de muertes se reducirá rápidament­e, y que se situará por debajo de cien diarias el 25 de abril y por debajo de las diez el 23 de mayo. Nuevos contagios derivados de una salida precipitad­a del confinamie­nto podrían trastocar esta previsión.

A medida que la crisis sanitaria se controle, la atención se centrará inevitable­mente en las otras tres grandes crisis que se derivan de ella. Primero, la económica, que amenaza con ser devastador­a. Después, la política: ¿qué gobiernos caerán y cuáles resistirán?; ¿sobrevivir­á la Unión Europea?; ¿se convertirá China en la primera potencia mundial? Finalmente, no menos importante, la social: ¿a qué libertades renunciare­mos?; ¿cómo nos dejaremos geolocaliz­ar?; ¿se extenderá la solidarida­d o será sálvese quien pueda? Porque el coronaviru­s, que acaba de aparecer y no ha hecho más que empezar a circular, es mucho más que una crisis sanitaria. Va a ser una crisis sistémica de dimensione­s colosales.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? CARLOS ALVAREZ / GETTY ?? Una enfermera, ayer en el hospital Gregorio Marañón de Madrid
CARLOS ALVAREZ / GETTY Una enfermera, ayer en el hospital Gregorio Marañón de Madrid
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain