Wisconsin celebra elecciones pese a la crisis del coronavirus
Votar en Estados Unidos nunca es fácil, y en tiempos del coronavirus, menos todavía. Aun así, y a pesar de la orden de confinamiento en vigor en el estado desde hace dos semanas, Wisconsin siguió ayer adelante con sus elecciones locales, judiciales y primarias después de una intensa y caótica batalla política entre demócratas y republicanos.
Hasta el lunes por la tarde, la población no sabía si ayer tendría que ir a depositar sus papeletas en persona en caso de querer votar. La falta de empleados impidió abrir muchos colegios electorales, lo que provocó colas de más de dos horas en Milwaukee, donde sólo abrieron cinco de los 180 recintos disponibles en la anterior cita.
Las estampas electorales de Wisconsin pueden dar una idea de lo que se avecina en noviembre si la amenaza del virus sigue activa. Enfadados con las órdenes contradictorias de sus gobernantes, los votantes se esforzaron con mayor o menor éxito por mantener la distancia de seguridad recomendaba entre personas mientras se cubrían con mascarillas. En algunos lugares se instalaron pantallas de plástico transparente entre votantes y empleados electorales, que llevaban mascarillas y guantes. La Guardia Nacional se ocupó de desinfectar regularmente las mesas y máquinas para votar. Unos 2.500 habitantes de Wisconsin han contraído la Covid19; de estos, 77 han muerto. El pico de contagios no se espera hasta dentro de varias semanas.
Los votantes se encontraron obligados a elegir “entre poner en riesgo su seguridad y la de los demás o perder su derecho a voto, aunque ninguna de las dos cosas sea su culpa”, lamentó la víspera la juez Ruth Bader Ginsburg en el informe de disentimiento de los magistrados progresistas con el fallo del Tribuna Supremo de EE.UU., que apoyó al Partido Republicano de Wisconsin
y bloqueó la decisión del gobernador Tony Evers, demócrata, de ampliar el plazo del voto por correo. En paralelo, el Supremo de Wisconsin, donde también hay mayoría de jueces nombrados por los conservadores, invalidaba el decreto de urgencia firmado el lunes por el gobernador para aplazar a junio las elecciones, como han hecho otros estados.
Apartados de la mansión del gobernador en el 2018 tras 10 años de control absoluto de la política en Wisconsin, los republicanos tomaron medidas contra reloj antes de la toma de posesión de Evers para reducir sus competencias sobre la organización de elecciones. Fórmulas como el voto por correo, que los demócratas defienden porque aumentan la participación y en principio les favorecen, son en cambio rechazadas por los republicanos, que las consideran proclives al fraude. La pelea se ve como un posible aperitivo de lo que se avecina en noviembre. En el 2016, Donald Trump ganó en Wisconsin por 27.000 votos.
La justicia avala la ofensiva republicana para impedir el aplazamiento de la cita electoral