Consejos para una cuarentena sana
Los especialistas recomiendan mantener el contacto social, comer bien, ejercicio y cuidar el sueño
Todavía con unas semanas de encierro por delante, encontrar hábitos que mantengan la salud y reporten confort es básico para preservar el bienestar general. Fomentar los vínculos sociales, romper con el sedentarismo, comer de forma adecuada e, incluso, reforzar los patrones que inducen al sueño, son rutinas que tener en cuenta para superar con éxito la cuarentena.
Ahora el aperitivo se toma con una cámara de por medio. Zoom o House Party se han convertido en herramientas para pasar un rato entre amigos durante la cuarentena. “En estos momentos la relación con el otro es esencial porque supone apoyo y soporte emocional”, explica la psicóloga Elena Dapra. Sin embargo, cuando el vínculo tiene lugar a través de una pantalla, son esenciales algunas habilidades para desarrollarla con éxito. “Se trata de establecer vínculos significativos y mantenerlos, así como identificarse con el otro, porque eso genera felicidad”, indica Dapra.
Esta psicóloga recomienda usar aquellas en las que participen el mayor número de sentidos. Respecto a la temática de los encuentros no deben existir temas tabú, pero todo lo relacionado con el coronavirus debe tratarse de forma breve. “Mejor compartir desde una actitud positiva”, sugiere la psicóloga.
Protegerse de la luz azul
“Cuando estamos mucho tiempo en casa, la piel también se expone a agresiones, como el exceso de luz azul procedente de los dispositivos tecnológicos, los efectos del lavado continuo de manos y, por supuesto, el aumento del estrés”, señala el dermatólogo Agustín Buendía.
La luz que emiten las pantallas tienen consecuencias en la piel. “Puede hacer que se seque por una disminución de las moléculas que ayudan a la piel a mantener su hidratación.
Una hora diaria a solas
Si el confinamiento se pasa en compañía es importante buscar tiempo para uno mismo. El periodo adecuado lo marcarán las necesidades individuales, pero Dapra recomienda un mínimo de una hora.
La actividad también depende de las preferencias personales, pero pueden abarcar desde la lectura al autoplacer, la cocina o simplemente no hacer nada.
Comer más fruta y hortalizas
Algunos nutrientes contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario. Entre ellos el cobre, folatos, hierro, selenio, vitamina A, vitamina B12, vitamina B6, vitamina C, vitamina D y zinc. Esto se traduce en una dieta completa y variada que incluya, al menos, tres raciones de frutas al día y dos de hortalizas. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-nutricionistas recomiendan que en el plato tampoco falten las legumbres guisadas o estofadas, tratando de cocinar estos alimentos con verduras.
Buenos hábitos de sueño
Un buen descanso es básico para resetear durante la noche y mantener la salud física y mental. “El confinamiento altera tres factores que afectan correctamente los fenómenos que regulan el sueño: la exposición a la luz solar en el momento adecuado, las rutinas de ejercicio físico, y el contacto social”, comenta Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño.
Levantarse más tarde de lo habitual o echar una siesta larga son comportamientos que alteran este ritmo natural del sueño. “Lo importante es salir de la cama a la hora habitual y exponerse a la luz lo antes posible”, indica. Otro aspecto que tener en cuenta es evitar el ejercicio intenso cuando se acerca la noche.
La meditación “puede ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la sobreactivación fisiológica fruto de estar confinados en casa. Los espacios pequeños y cerrados generan más estrés”, cuenta el psicólogo David Alvear, Si esta práctica es desconocida, recomienda hacer ejercicios de relajación. Sin embargo, propone, para quienes quieran adentrarse en ella, meditaciones guiadas muy cortas (5 minutos) o con alguna app.
Es importante dedicarse como mínimo una hora al día para estar a solas, aunque sea para no hacer nada
Entrenar a diario
Es fundamental para cubrir las demandas del organismo, liberar energía y emociones. “Nuestro cuerpo tiene ciertas necesidades de vigor e intensidad para el estímulo de la fuerza, la resistencia o la capacidad cardiovascular. Son el ejercicio y el entrenamiento los que van a cubrirlas”, sugiere el educador para el movimiento Rober Sánchez.
El yoga y el pilates suponen una opción que se ajusta a espacios reducidos, y sus beneficios son numerosos.