Barcelona y Madrid seguirán en la fase 0 pero algo aliviada
En ambas zonas metropolitanas podrán abrir los comercios minoristas, sin cita previa, y los museos, con aforo reducido Lleida, Girona, la Catalunya Central, Alt Penedès y Garraf pasarán a la etapa 1
Las dos grandes áreas metropolitanas de España, Madrid y Barcelona, caminarán a la misma velocidad en este largo camino hacia la nueva normalidad, aunque le pese a Madrid. Se quedan en la fase 0, aunque con medidas de alivio, tal y como había pedido la Generalitat. También el área del Baix Montseny. Sí pasan a fase 1, sin embargo, Catalunya Central con Girona y Lleida y las comarcas del Alt Penedès y el Garraf, como el resto de comunidades que lo habían solicitado para algunos de sus territorios, como la Comunitat Valenciana, Andalucía y Castilla-la Mancha. Las nueve capitales de provincia de Castilla y León también quedarán en la fase 0, con las medidas de alivio que disfrutarán Madrid y Barcelona.
De esta manera, el 30% del territorio –14 millones de ciudadanos– queda anclado en la fase 0, lo que retrasará el final de este camino hacia la nueva normalidad hasta al menos finales de junio o primeros de julio. El paso a la fase 1 de estos territorios se producirá casi con toda probabilidad el próximo 25 de mayo, tal y como señaló el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el responsable de l Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
La fase 0 que se inicia este lunes no es tan estricta como la actual (algunos lo definen como fase 0,5). Desde el 18 de mayo Barcelona y Madrid podrán abrir los comercios minoristas y servicios sin cita previa (con reservas de franja horaria para los mayores de 65 años), reactivar los servicios sociales, abrir los centros escolares y universidades para su desinfección y también de los centros científicos.
También, la reanudación de las actividades culturales, con la apertura de bibliotecas, salas de exposiciones y museos hasta un tercio de su aforo, la asistencia a velatorios con hasta diez personas y la celebración de cultos religiosos con hasta un tercio de su aforo.
No se permite, sin embargo, la apertura de las terrazas de los bares y restaurantes, ni tampoco la celebración de reuniones con un máximo de diez personas tanto en el exterior como en los hogares (sí se permite en fase 1). Tampoco, la movilidad entre los municipios próximos.
Madrid ya ha mostrado su rotunda oposición, señalando que el Gobierno de Sánchez no permite avanzar en la desescalada para, de alguna manera, evitar la recuperación económica del “motor de España”. Ya lo hizo hace una semana cuando tampoco recibió el visto bueno para pasar a la fase 1, alegando los mismos motivos aunque el informe que presentaron los madrileños no llevaba la firma de la ya ex directora de salud pública Yolanda Fuentes (contraria a la solicitud de pasar de fase) porque, como se ha comprobado después, la atención primaria era el punto débil de Madrid pese a ser el eje del periodo de desescalada. Y lo sigue siendo.
Según explicó el responsable del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, Madrid debe