El Grec salva la oferta cultural del verano
El Ayuntamiento sorprende al anunciar que la Sala Barts será una Casa de la Música
Doble sorpresa en la presentación del nuevo y ambicioso plan de choque cultural del Ayuntamiento de Barcelona. Por un lado, y al revés de lo que está pasando en los grandes festivales de verano europeos, que han caído uno tras otro, el festival Grec de Barcelona finalmente sí se celebrará este julio y agosto, aunque con reducciones de aforo y, eso sí, con precios muy populares. El gran anfiteatro griego de la montaña de Montjuïc volverá a abrir sus puertas probablemente a un tercio de su capacidad, con 800 localidades en vez las más de 2.000 habituales. Pero esa no fue la única sorpresa que dieron ayer el responsable de Cultura de Barcelona, Joan Subirats, y el delegado de Derechos Culturales, Dani Granados. El bombazo cayó cando Granados anunció que la Sala Barts, de propiedad municipal pero gestión privada, se convertirá el año próximo cuando acabe la concesión en una nueva Casa de la Música de Barcelona. La noticia sorprendió totalmente a sus actuales gestores, la promotora The Project. La nueva Casa de la Música, dijo Granados, pretende ser el nodo articulador del tejido musical de la ciudad. Un tejido que había chocado recientemente con el Ayuntamiento por el fallido concierto en los balcones y terrados.
La celebración del Grec, que mantiene un presupuesto de 3,3 millones para ayudar a la escena local, y la inesperada transformación el año próximo de la Sala Barts son dos de las medidas estrella del nuevo plan de choque cultural presentado por el Ayuntamiento, que cuenta con notables recursos presupuestarios y una larga lista de medidas que pretenden, señalaron, abordar los efectos de la crisis provocada por la Covid-19 pero también los problemas a largo plazo del sector para cuando se vuelva a la “mal llamada nueva normalidad”.
El Grec, cuya programación se presentará en junio, tendrá 80 espectáculos y se concentrará en Montjuïc –Teatre Grec, Lliure y Mercat de les Flors–, que abrirán a un tercio de su aforo o lo que la normativa dictamine en ese momento. El festival se extenderá desde julio –no hay fecha de arranque– al inicio de agosto, y exhibirá 50 montajes locales, 15 del resto de España e in
CON SUS 3,3 MILLONES DE EUROS
El Grec reducirá sus aforos a un tercio y tendrá 80 montajes, sobre todo locales
UN CERTAMEN PARA TODOS
El festival se centrará en Montjuïc y los museos y tendrá precios populares
NUEVO MODELO EN LA BARTS
La Casa de la Música busca articular colectivos, más que programar actuaciones
PLAN DE CHOQUE: 4,5 MILLONES
Para ayudar a la música en vivo se crean tres espacios al aire libre: es la Sala Barcelona
ternacionales y 15 anulados por el confinamiento. El Lliure y el Mercat contarán con obras pensadas para salas más pequeñas por su reducción de aforo y será un Grec popular: entradas a 15 euros y a 5 los espectáculos familiares. Además, museos como MNAC, CCCB, Macba, Born y Marítim se suman para espectáculos de pequeño tamaño, se experimentará con creaciones online y las televisiones están dispuestas a retransmitir obras para que lleguen a más gente.
En cuanto al anuncio de que la Sala Barts del Paral·lel se convertirá en el 2021 en Casa de la Música, Granados aseguró que “nace con la voluntad de sumarse a las casas de la música de Catalunya y ser un nodo central urbano” y que “no es un tema menor recuperar espacio para la cultura popular y en el Paral·lel”. Sobre su funcionamiento, perfiló que será “no sólo para exhibición sino para articular colectivos y artistas, proyectos de participación comunitaria y economía social. No descartamos programaciones de exhibición, pero tendrá más valor público y menos estrictamente comercial”. Al concurso de gestión, añadió, se podrá presentar The Project o cualquier otra entidad: “La idea es tener un espacio de gobernanza compartida entre el ámbito público y alguna entidad privada”.
La lista de medidas del plan de choque es larga. Económicamente, 4,5 millones de euros en ayudas al tejido cultural –que incluyen 1,87 millones del primer plan en marzo– , y otro medio millón para proyectos innovadores y adaptar los espacios culturales contra el coronavirus. Y, dados los problemas actuales de las salas de conciertos, les ayudarán a salir a la calle: el Ayuntamiento crea Sala Barcelona, tres espacios al aire libre de junio a agosto para la cultura, dos en el Fòrum y uno en la Anilla Olímpica con infraestructura para conciertos. Además, el plan que lleva espectáculos a los barrios, Barcelona Districte Cultural, se reforzará en otoño, y los artistas que participan en programas en las escuelas barcelonesas pasan de 40 a 100. Para Subirats, con estas medidas muestran que “el sector cultural forma parte del núcleo duro de la recuperación de esta pandemia”.