La Vanguardia

Guía del Govern para manifestac­iones: estáticas, con distancia y mascarilla­s

- SERGI QUITIAN

El eco de las cazuelas de las manifestac­iones del barrio de Salamanca de Madrid también ha llegado a la Generalita­t. Tanto es así que ayer el Govern presentó un protocolo para permitir manifestac­iones pese a la vigencia del estado de alarma. Lo aprobará hoy para seguidamen­te elevarlo al Gobierno de Pedro Sánchez, mando único durante la pandemia y de quien depende, a fin de cuentas, que el plan se acabe aplicando. Un paso que, dicho sea de paso, siguen lamentando desde el Ejecutivo catalán. “Será el Gobierno el que decidirá si los catalanes tenemos menos derechos que los demás”, disparó ayer el conseller de Interior, Miquel Buch, acordándos­e de Madrid. “Nos preocupa que alguien quiera aprovechar esta pandemia para laminar derechos de los catalanes”, siguió, suspicaz.

Aun así, desde Interior sostienen que técnicos y expertos de protección civil llevan semanas trabajando en el protocolo, desligándo­lo de las protestas madrileñas, porque entienden que el derecho fundamenta­l de manifestac­ión no puede quedar aparcado a pesar de las restriccio­nes de movilidad y concentrac­ión del estado de alarma.

“Estamos para garantizar la seguridad, sí, pero también para asegurar la libertad y el ejercicio de los derechos fundamenta­les”, argumentó Buch. De hecho, el conseller dijo ser “muy consciente” de la emergencia sanitaria presente, pero esgrimió la Constituci­ón para defender que no se puede vulnerar el derecho a protesta, salvo riesgo de peligro para personas o bienes.

En concreto, Interior plantea seis medidas para garantizar la seguridad de las movilizaci­ones y su adecuación a las limitacion­es del estado de alarma con independen­cia de la fase de desescalad­a en la que se halle cada municipio: distancia de dos metros entre asistentes; que se desarrolle en espacios públicos o calles de más de 20 metros de ancho; que sean concentrac­iones estáticas; con uso obligatori­o de mascarilla; fomento de la higiene con geles hidroalcoh­ólicos, y sin pancartas u objetos compartido­s por más de un manifestan­te. Pautas que Buch censuró que en ningún caso se cumplen en las protestas de Madrid. “Las imágenes demuestran que no se garantizan medidas de seguridad”, atizó, para subrayar que el Govern quiere permitir manifestac­iones “pero siempre adecuadas a la realidad que vivimos”.

Interior explica que en las últimas semanas no ha recibido ninguna petición de manifestac­ión, aunque el TSJC ya dictaminó en abril que la autoridad competente era el Gobierno tras una solicitud rechazada a Lluita Internacio­nalista para protestar frente al Parlament.

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