Tarragona reducirá a 30 la velocidad de los coches para priorizar las bicis
El retraso endémico en carriles bicis que sufre Tarragona está pasando factura a los ciudadanos. Durante el anterior mandato socialista sólo se construyó un kilómetro de ciclovía y fue para darle continuidad al carril construido por el puerto. No hay ninguno en el centro de la ciudad. Ahora, para responder a las nuevas necesidades de movilidad, el Ayuntamiento reducirá la velocidad máxima de los vehículos a 30 kilómetros por hora en toda la ciudad con el objetivo de convertir las calzadas “en vías donde las bicicletas y los patines serán los preferentes”, explica el concejal de Territorio y Movilidad, Xavier Puig.
Con las primeras medidas de desconfinamiento y la anhelada fase 1 ha aflorado en Tarragona una ingente cantidad de ciclistas que acaban confluyendo en el puerto –el único sitio donde hay carriles– y muchas voces reclamando que se aproveche el momento para promover una movilidad más sostenible en la ciudad. “Reducir la velocidad a 30 es el primer paso de un cambio importante, significa que el coche deja de ser el protagonista y que ahora el modelo girará entorno a otras cosas: al peatón y a otro tipo movilidad”, insiste Puig.
La nueva ordenanza prevé que por las aceras sólo circularán los peatones y que quedan libres de bicicletas y patines eléctricos (salvo para niños), que deberán circular por la calzada a una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora”. El documento, que regula también el uso de los patines, se aprobará en el pleno del próximo viernes y está previsto que sea efectivo a partir del mes de julio. Queda pendiente cómo se resuelve el aparcamiento, ahora prácticamente inexistente, para las bicicletas. “Tenemos un plan que hay que acelerar, deberemos proporcionar estos espacios”, reconoce Puig. El Ayuntamiento también está estudiando la posibilidad de incorporar un servicio de alquiler de patinetes eléctricos.
Para sacar adelante la nueva ordenanza, ERC y En Comú (en el gobierno municipal) cuentan con el apoyo de Junts per Tarragona, Ciudadanos y PSC y la abstención del PP. Por su parte, la CUP, que presentó una veintena de enmiendas, la inmensa mayoría incorporadas, lamenta el trabajo “precipitado”. “Lo que no han hecho en diez meses lo están haciendo en dos semanas sin que previamente se haya adecuado la ciudad”, mantiene esta formación.
El nuevo escenario no sólo ha planteado nuevos retos para la movilidad, también ha dejado en evidencia que algunas de las aceras se han quedado pequeñas, más con la apertura de las terrazas durante esta fase 1 de desconfinamiento. De las 460 bares que las tenían, 68 han solicitado poder ampliarlas –la normativa ahora sólo permite poner el 30% de las mesas– y una decena de locales han solicitado cortar al tráfico su calle o poder disponer del espacio de aparcamiento de los vehículos. Durante la próxima semana, el Ayuntamiento resolverá estas peticiones, pero durante estos primeros cinco días de fase 1 ha multado a cuatro establecimientos por poner más mesas de las autorizadas y ayer el alcalde advirtió que “retirarán licencias” a los locales que reiteradamente incumplan la normativa.
Multa a cuatro bares por poner más mesas de las autorizadas; el alcalde advierte que se retirarán licencias