Mònica Borrell
Directora del MNAT
El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) ha sido el primero en abrir sus puertas en Catalunya. El tesón del equipo, con Mònica Borrell al frente, se ha impuesto a la incertidumbre y a las dificultades de la situación actual.
Sin colegios y sin turistas, no esperan una avalancha de visitantes. Ni ahora, ni en los meses venideros. Toca adaptarse y el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) se ha propuesto conquistar, o mejor, seducir al público más cercano. Tras nueve semanas de cierre obligado, ha sido el primer gran museo en abrir en Catalunya. Lo ha hecho en cuanto ha tenido las instalaciones adaptadas a los nuevos tiempos: con mamparas en la recepción, marcas en el suelo para asegurar distancias, puertas abiertas para evitar tocarlas, gel desinfectante... Y para alentar la cultura de proximidad, reabre sin cobrar entrada hasta junio. Medio centenar de visitantes ‘inauguraron’ ayer la nueva etapa.
“Llevamos semanas trabajando con la Agència Catalana del Patrimoni, preparándonos para abrir, queremos que la gente venga a pasear por el museo, que disfrute de todo lo que hay aquí”, mantiene la directora del MNAT, Mònica Borrell. Ni más ni menos que una selección de las 160 piezas más emblemáticas para conocer el imponente pasado romano de la ciudad. La crisis sanitaria les ha sorprendido en el Tinglado 4 del Moll de Costa. El edificio principal (en el casco antiguo), está inmerso en las obras de remodelación. Las primeras de envergadura que se acometen desde que, en 1960 se inauguró el edificio. “Este parón no alterará mucho el calendario previsto de inauguración”, dice Borrell.
Lo que sí ha alterado la emergencia sanitaria son los ingresos. La dirección del MNAT calculó que tres meses cerrados, teniendo en cuenta que en primavera comienza la temporada alta, supondría reducir los ingresos a la mitad. La cifra oscilará en función de cómo se recuperen las actividades de grupo.
Ayer, todo el personal del MNAT se volcó en la reapertura. Incluso Juli Molas, el responsable de mantenimiento, animó a los paseantes. Gente mayor hasta mediodía y luego familias con niños. “Señoras, ¿han entrado alguna vez al museo? ¡Aprovechen!”. Y Feli y Antonieta, por ejemplo, redescubrieron la Nina d’ivori, la Medusa o las esculturas imperiales. La mascarilla es obligatoria y en la tienda sólo aceptan tarjeta. Convertido en el laboratorio de las reaperturas museísticas, el MNAT, tiene previsto incorporar gradualmente el resto de sus espacios, como la Necrópolis, la Vil·la romana dels Munts o el conjunto monumental de Centcelles.
Los museos de Barcelona todavía no han fijado fecha de apertura pero está previsto que lo hagan de forma conjunta a mediados de junio.