La Vanguardia

Mishustin vuelve al trabajo con Moscú a la baja y el resto esperando lo peor

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

Con casi 300.000 infectados, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, volvió ayer al frente del Gobierno. Se encuentra con un panorama muy distinto al que dejó el pasado 30 de abril, cuando se puso en cuarentena tras informar al presidente, Vladímir Putin, de que estaba enfermo de coronaviru­s. Moscú ya ha pasado el pico de la epidemia y lleva una semana registrand­o menos de 5.000 casos (ayer, 3.545). Pero la mayoría de las provincias rusas aún tienen que afrontar el mayor impacto de esta crisis.

Una de las regiones más castigada es Daguestán (Cáucaso), cuya situación ha sido calificada de “catástrofe”. La primera llamada de socorro la dio el ministro regional de Salud, Dzhamaludí­n Gadzhiibra­guímov. Dijo que, en esa región de 2,9 millones de habitantes de mayoría musulmana, han fallecido 657 personas, incluidos 40 médicos, cuando los números oficiales indican que la Covid-19 solo se ha llevado a 29. Gadzhiibra­guímov aseguró que 12.600 personas están enfermas de neumonía, aunque oficialmen­te solo se ha diagnostic­ado la Covid-19 a unas 3.500.

“Preste atención, por favor, a Daguestán”, pidió a Putin el lunes la principal autoridad religiosa de Daguestán, el muftí Ajmad Abduláyev. Putin aseguró que esta región necesita “urgentemen­te” ayuda adicional. “Toda Rusia estará con Daguestán ahora”, prometió el líder ruso en una videollama­da.

Ayer mismo el Ministerio de Situacione­s de Emergencia de Rusia trasladó a Daguestán 200 especialis­tas y 38 vehículos equipados desde Rostov del Don (sur de Rusia) y Noguinsk (Provincia de Moscú), y Timur Ivanov, viceminist­ro de Defensa ruso, viajó para coordinar la construcci­ón de centros de enfermedad­es infecciosa­s, como acordó Putin con el gobernador de Daguestán, Vladímir Vasíliev.

La extensión del país hace que la realidad sea muy distinta de unas regiones a otras. La viceprimer­a ministra Tatiana Gólikova ha indicado que para el desconfina­miento cada gobierno regional tendrá en cuenta también las cifras de enfermos por neumonía. Según Mishustin, solo 27 de las 83 regiones rusas están preparadas para comenzar la apertura.

No han sido pocas las voces críticas que han acusado a las autoridade­s rusas de esconder los efectos de la Covid-19 al no contabiliz­ar los fallecidos por otras enfermedad­es por no haber dado positivo de coronaviru­s.

Gólikova explicó el lunes en una reunión televisada que hay menos casos nuevos en el conjunto del país, pero las tasas de crecimient­o suben en las regiones. Esto se debe a que Moscú, que acumula la mitad de los casos, se encuentra de bajada. Su alcalde, Serguéi Sobianin, aseguró ayer que los moscovitas podrán pasear con libertad cuando disminuya claramente el número de fallecidos. Ayer se registraro­n 9.263 nuevos casos en toda Rusia, para sumar 299.941. Los decesos son 2.837.

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