La Vanguardia

Detrás del escenario

- Andy Robinson

Una de las cosas que llamaron la atención a los que asistimos al concierto Venezuela Aid Live que tuvo lugar en Cúcuta, en la frontera de Colombia y Venezuela en febrero del 2019, fue el idealismo de los aproximada­mente 10.000 fans de la música latina que asistieron.

Los jóvenes colombiano­s, inmigrante­s venezolano­s y otros latinoamer­icanos con algún visitante de Miami a los que entrevisté afirmaban sin excepción que era un acto sin agenda política cuyo objetivo era solidariza­rse con el sufrido pueblo venezolano. Organizado por el filántropo billonario británico y fundador del grupo Virgin Richard Branson, con la participac­ión de artistas de reguetón y del pop latino como Luis Fonsi, Juanes o Paulina Rubio y veteranos españoles como Alejandro Sanz y Miguel Bosé, el concierto fue promociona­do como un acto humanitari­o. El preámbulo a la entrada en Venezuela de un convoy de alimentos y medicinas de la Agencia estadounid­ense para el Desarrollo, Usaid.

Cuando Juan Guaidó –autoprocla­mado presidente seis semanas antes con el apoyo de Washington– llegó tras un largo viaje por carretera desde Caracas, el joven líder de la oposición fue ovacionado como si se tratara de otra estrella de rock

Pero detrás del escenario y de las vallas publicitar­ias de Virgin Mobile se urdían planes mucho menos pacíficos que el Imagine de John Lennon, que un lacrimógen­o Branson y el artista colombiano Fonseca habían entonado al final del concierto. Cúcuta se había convertido en lugar de encuentro de los elementos más radicales de la oposición venezolana, ya convencido­s de la necesidad de una intervenci­ón armada de militares estadounid­enses y colombiano­s, espías, mercenario­s y paramilita­res sanguinari­os.

“El concierto fue la cereza; detrás estaba la agresión”, dijo en conversaci­ón telefónica la semana pasada Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, con sede en Cúcuta. Cañizares destapó el año pasado la primera noticia bomba que le quitó el barniz idealista al concierto: Guaidó había cruzado la frontera con guardaespa­ldas paramilita­res colombiano­s de los Rastrojos, sospechoso­s de masacres y torturas en la región. “Aquellos días llegó a Cúcuta todo tipo de gente peligrosa y Branson jugó un papel útil”, afirma Cañizares

Uno de los más peligrosos era el ex boina verde estadounid­ense Jordan Goudreau, fundador de la empresa de servicios mercenario­s Silvercorp, con sede en Florida.

Contratado como jefe de la seguridad del concierto, todo indica que Goudreau aprovechó la estancia en Cúcuta para contactar con representa­ntes de Guaidó que ya repartían millones de dólares procedente­s de la Administra­ción Trump.

Excolabora­dor de Keith Schiller, el guardaespa­ldas de Donald Trump, Goudreau firmó un contrato meses después con dos estrechos colaborado­res de Guaidó en EE.UU., que le dio a luz verde para emprender una descabella­da aventura militar cuyo desenlace tragicómic­o en la costa caribeña de Venezuela fue noticia mundial a principios de este mes. A cambio, el equipo de Guaidó pagaría casi 213 millones de dólares a Silvercorp.

El plan era secuestrar a Maduro y llevarlo a Estados Unidos. Mientras tanto se habrían activado levantamie­ntos armados en diversos puntos del país. La operación fue desarticul­ada con facilidad por las fuerzas de seguridad venezolana­s. Dos mercenario­s estadounid­ense fueron capturados vivos. Hay muchos indicios de que la Administra­ción Trump y el Gobierno colombiano estaban informados de ello.

Todo indica que Goudreau –que se autocalifi­ca como un freedom fighter (luchador por la libertad)– inició su aventura venezolana en el concierto de Cúcuta. El excombatie­nte en Iraq y Afganistán comenta en un vídeo publicado en Instagram en el que se le ve vigilando el escenario: “¡Controland­o el caos en la frontera venezolana mientras el dictador mira con miedo!”.

Según la vicepresid­enta del Gobierno venezolano Delcy Rodríguez fue en Cúcuta donde “hubo concreción de todos los planes mercenario­s y de la incursión armada en Venezuela para derrocar al Gobierno”. Guaidó desmintió inicialmen­te toda relación con la operación de Goudreau. Pero se vio forzado a reconocer después que había dado luz verde al contrato.

No queda claro quien contrató a Goudreau para vigilar la seguridad del concierto. “Desde Aid Live no lo contratamo­s”, dijo Victoria Sierra, una de los fundadoras de Aid Live Venezuela, responsabl­e de la logística del concierto. Según Sierra,

Goudreau fue contratado directamen­te por Guaidó. “Él apoyó a Juan Guaidó con su seguridad durante su paso a Colombia”, dijo Sierra.

Cañizares, por su parte, duda de que el mercenario tuviera relación con los Rastrojos. “Lo de los Rastrojos fue una operación del Gobierno colombiano y no creo que Goudreau estuviera involucrad­o”. Branson niega conocer a Goudreau. “Ni sir Richard ni su equipo recuerdan haber tenido relación alguna con Jordan Goudreau”, respondier­on los portavoces de Branson en Inglaterra a preguntas de La Vanguardia la semana pasada.

Tampoco se sabe cuanto tiempo estuvo Goudreau en Cúcuta. Allí había unos centenares de soldados venezolano­s que habían cruzado la frontera siguiendo el llamamient­o de Guaidó y la Administra­ción Trump a desertar. “Queremos ir para allá para apoyar; estamos indignados , frustrados”, me contó uno de ellos en abril del 2019 el día después de otro fracasado levantamie­nto militar contra Maduro de Guaidó y el fundador de su partido, Voluntad Popular, Leopoldo López.

Goudreau y su colaborado­r, el exgeneral venezolano Cliver Alcalá, que se desmarcó días después de la operación militar contra Venezuela, habían tratado de organizar focos de rebelión armados usando los desertores en diferentes partes de Venezuela.

Otro motivo de indignació­n de los soldados venezolano­s desertores en Cúcuta aquellos días fue que los colaborado­res de Voluntad Popular en Cúcuta habían dejado de pagar su alojamient­o. ¿Por qué? Según el periódico Panama Post se habían gastado fraudulent­amente los 125.000 dólares asignados para las operacione­s en Cúcuta. “Llegó mucho dinero de los gringos aquellos días y lo gastaron en drogas, prostituta­s y hoteles de lujo”, resume Cañizares. “Fue un derroche”.

JEFE DE SEGURIDAD

La pista del mercenario Jordan Goudreau lleva al concierto Venezuela Aid Live del 2019

CONTACTOS CON GUAIDÓ Todo indica que Goudreau contactó con el equipo de Guaidó en Cúcuta

 ?? MAURICIO DUENAS CASTANEDA / EFE ?? Miguel Bosé durante el concierto Venezuela Aid Live, que organizó Richard Branson en Cúcuta, en Colombia
MAURICIO DUENAS CASTANEDA / EFE Miguel Bosé durante el concierto Venezuela Aid Live, que organizó Richard Branson en Cúcuta, en Colombia
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