Tezanos advierte que “el fetichismo de las encuestas puede llevar a error”
El presidente del CIS, José Félix Tezanos, admitía al comienzo de su comparecencia ayer en la comisión Constitucional del Congreso de los Diputados que a veces se deja llevar por su biografía como docente –inició su intervención con un detallado recorrido curricular– y tiende a sobreexplicar a los políticos, como si fueran alumnos. Dicho y hecho: durante tres horas largas de comparecencia, defendió los métodos introducidos por él en el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y dio toda suerte de argumentos académicos para defender que los números del organismo público son buenos –al margen de los sobresaltos a los que somete la serie histórica–, incluso muy buenos, a la vez que, con cierta condescendencia, pedía a sus señorías, singularmente al diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro, que no se tomen tan en serio las encuestas.
Lo hacía poco después de poner en cuestión los datos de las encuestas que emiten algunas de las empresas privadas del sector, a las que dijo que deberían exigirse sus datos primarios y no tanto sus proyecciones. “En Alemania las proyecciones están prohibidas”, recordó. La frase socarrona fue: “No se fíen de las encuestas. El fetichismo de las encuestas puede llevar a errores notables”. Y dirigiéndose específicamente a Bermúdez de Castro, añadió: “Han perdido las elecciones dos veces y si siguen así, puede que las vuelvan a perder”, un extremo que, reconoció, como militante del PSOE –había hablado de esa militancia en el arranque porque se lo habían preguntado sus señorías con anterioridad–, no le disgusta: “No quiero que rectifiquen, ni mucho menos”.
Tezanos rechazó con explicaciones en alguna medida arcanas para legos demoscópicos por qué las modificaciones que se han ido introduciendo en la metodología –y que tienen el mismo efecto en las gráficas históricas que la explosión del Krakatoa en un sismógrafo– no afectan a la calidad de los datos para los investigadores. Respecto a la pregunta sobre la libertad de prensa y la información oficial del anterior barómetro, Tezanos riñó a los presentes por no haberla interpretado correctamente, toda vez, indicó, que se refería únicamente a la información sanitaria sobre la pandemia y al combate a los bulos pseudocientíficos y las terapias falaces. Incluso negó que la supresión de la pregunta sobre la valoración de la monarquía, que el CIS estuvo haciendo durante lustros, no es relevante dado que en la pregunta sobre los principales preocupaciones de los españoles, el modelo de Estado o el aprecio a la monarquía no se destacan como problema grave. El silogismo se hace solo.