La aventura mexicana de Ainhoa
La vencedora de ‘OT 2’ se reinventa como compositora y en las telenovelas
El 27 de enero del 2003 Ainhoa Cantalapiedra hizo historia en televisión al convertirse en la segunda ganadora de Operación Triunfo. Entonces, tenía 22 años y una vida por delante acondicionada para el éxito. No fue así. O, al menos, no según qué medidores de fama se tengan en cuenta, y más, si se compara su carrera con otros compañeros de generación como Manuel Carrasco, que fue segundo. Lo suyo terminó convirtiéndose en una montaña rusa emocional con el paso de los años que ahora ha desembocado en una vida que discurre entre México y España. La artista, que ha hecho del positivismo y la sonrisa su lema vital, nos permite subir a la vagoneta con ella para repasar algunos momentos de ese viaje.
Avancemos un momento hasta el 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus y que la tiene confinada en Ciudad de México, donde reside medio año. ¿Qué hace tan lejos de su tierra? “Hace casi cuatro años inicié la locura de viajar por el mundo: estuve en Ecuador, y en Miami, hasta que llegué a México, y empecé a llamar puertas; soy como Dora la exploradora, llevando mi música como bandera en mi mochila. Hasta que un día Televisa Editorial me compró más de 15 canciones, y empezó a tenerlas en cuenta en telenovelas, por lo que aquí se me abrió un mercado muy fuerte, ya que son productos que consumen más de una cuarentena de países”, explica.
Tras vivir en zonas como Guadalajara, Playa del Carmen o Cancún, ahora se ha instalado en la capital ,donde, como buena rescatista animal, comparte piso con dos perros y siete gatos: “Soy como el arca de Noé”, relata la artista en broma.
Si algo tiene Cantalapiedra es que siempre ha ido de cara explicando su experiencia, años antes, en Operación Triunfo, programa al que siempre estará agradecida, pero que en su día también criticó duramente, especialmente por el equipo que la llevaba los primeros años. “Ya no le guardo rencor a nada ni nadie de OT. No merece la pena, ni el rencor, ni sentirse culpable, son cosas que ya he procesado. Somos humanos, yo era una niña y había muchas cosas que no entendía, pero el coaching me ha ayudado muchísimo”, confiesa, y remata con esta contundente sentencia: “Mi mente ha perdonado y ha pedido perdón y ahora mismo estoy muy sana”.
Eso sí, cuestionada sobre los
“Mi mente ha perdonado y ha pedido perdón”, asegura sobre su paso por el ‘talent’ musical
consejos que le daría a futuros concursantes lo tiene claro: “Conocerse a uno mismo, saber relacionarse bien con gente que realmente te apoya y que te dice las cosas de frente y contratar un buen abogado musical”. En su momento, rompió con su agencia de management y con la discográfica y empezó su particular locura de funcionar por su cuenta, hasta hoy. Con cuatro discos editados a sus espaldas, Ainhoa Cantalapiedra está explorando su parte compositiva para otros artistas –pronto verán la luz seis de ellas, quiere grabar un nuevo disco tanto en España como en México, y no renuncia a otro de sus sueños: “Eurovisión es la mejor plataforma a nivel europeo y casi mundial para darte a conocer”. De momento, tiene tiempo: hasta el 2022.