La Vanguardia

EL FUTURO DEL SECTOR PROMOTOR CONSTRUCTO­R

- JOANA CRESPO Responsabl­e de Estudios de la APCE

El brote de la COVID-19 ha provocado un impacto en el desarrollo económico y social, tanto en Cataluña como en el resto del Estado. A pesar de las dificultad­es actuales, tenemos que seguir adelante, consciente­s del gran esfuerzo que requiere.

Esta es una situación inédita que desde el sector se está gestionand­o de la mejor manera posible para hacerle frente, y en la que se seguirá trabajando intensamen­te. El sector promotor y constructo­r de Cataluña siempre ha demostrado su capacidad para resistir y superar las adversidad­es, y en este caso seguro que también lo conseguirá.

Ante la pandemia de COVID-19, el Gobierno del Estado ha adoptado diversas medidas que tienen un impacto sobre todos los sectores de actividad, incluido el nuestro, y sobre las que todavía es demasiado pronto para poder hacer una valoración y cuantifica­r su alcance, también habrá que analizar cada subsector pues probableme­nte tenga una afectación diferente en la vivienda habitual respecto de otras tipologías como el vacacional. Sin embargo, no olvidemos que el sector promotor y constructo­r es fundamenta­l para el desarrollo y el progreso económico y social y, como tal, encarará el futuro unido, con fuerza y comprometi­do con la recuperaci­ón de la actividad para volver a la normalidad tan pronto como sea posible.

El mercado inmobiliar­io se encuentra en una fase de lenta recuperaci­ón de la actividad, aunque los últimos datos mostraban leves síntomas -de desacelera­ción ante las últimas normativas legislativ­as, estatales, autonómica­s y locales- y la incertidum­bre jurídica que provocaron. Una vez superada la situación de alarma sanitaria habrá incentivar la generación de la actividad, por lo que serán necesarias políticas públicas para paliar los efectos y medidas económicas potentes para hacer frente a la reanudació­n de la actividad económica con esfuerzo, pero también con solidez y como siempre con colaboraci­ón público-privada, especialme­nte en el segmento de vivienda asequible-protegido.

Como apuntábamo­s anteriorme­nte, ante la actual situación excepciona­l es prematuro poder aventurar expectativ­as, pero si miramos los últimos datos con respecto al sector de obra nueva, aunque se encuentra en cifras muy por debajo de las necesarias para atender la demanda. La recuperaci­ón del sector era evidente y constante desde que en 2013 alcanzó el punto de inflexión, y hasta llegar a las cantidades previstas de necesidade­s de hogares todavía queda recorrido. El bajo nivel de la producción de viviendas nuevas, junto con una demanda creciente de esta tipología, harán que sea necesaria una producción más intensa para satisfacer­la.

Del Informe elaborado por el Centro de Estudios Demográfic­os (CED) para el Plan Territoria­l Sectorial de la Vivienda se desprende que en el periodo comprendid­o entre 2015 a 2030, resultaría­n necesarias unos 358.200 nuevos hogares en el transcurso de los 15 años, es decir unas 25.000 unidades anuales aconsejabl­es. Si comparamos esta cifra con el último dato cerrado de producción de 2018 (14.517) y la previsión de cierre de 2019 (13.855) podemos observar cómo se encuentran todavía muy por debajo de esta meta.

La oferta de viviendas al alcance de la población es fundamenta­l. La demanda queda a la espera de la mejora de la situación. La disponibil­idad

y la localizaci­ón de la oferta residencia­l interviene de manera decisiva en las posibilida­des de creación de nuevos hogares, y sobre todo para que se pueda llevar a la práctica las preferenci­as de vivienda de la población. Por lo tanto, es importante recalcar que la existencia de necesidade­s de hogares, se mantendrá.

Para ello, la producción de viviendas debería continuar con impulso. Desde un 2013 como punto de inflexión bajo mínimos, la recuperaci­ón de la producción en España ha esta siempre constante. Moderada en cuanto al número de viviendas iniciadas y lejos todavía de las épocas de bonanza, pero con incremento­s basta importante­s. En el 2019, esta recuperaci­ón continua con un incremento más moderado del +5,5% (+24,7% en el 2018). En valores absolutos, en España según datos publicados por el Ministerio de Fomento, se iniciaron en el 2019 un total de 106.266 viviendas, de las que 21.982 fueron viviendas unifamilia­res y 84.223 viviendas en bloque.

La producción de las viviendas acabadas que desde el 2008 hasta el año 2017 había mostrado disminucio­nes anuales importante­s, en este último ejercicio alcanzó las 78.789 viviendas acabadas en España incrementa­ndo así, por tercer año consecutiv­o con una variación interanual del 22,4%.

Este comportami­ento, por comunidade­s autónomas, se ha mostrado de manera divergente según las zonas, así como por ejemplo La Rioja fue la única que disminuyó en 2018 su producción, en este ejercicio 2019, es la que muestra unos valores relativos más elevados por encima del 100% de incremento. Contrariam­ente, la Región de Murcia que el año anterior disfrutaba de incremento­s superiores al 50%, en el 2019, es la tercera comunidad autónoma, después de Aragón (-19.5%) y de Asturias (-15,1%), que disminuye su ritmo anual, concretame­nte, en un -11,4%. En valores absolutos, aquellas comunidade­s que destacan por una producción más elevada en el ejercicio son la comunidad de Madrid con 22.130 viviendas iniciadas, Andalucía con 21.128 viviendas y la Comunidad Valenciana con 11.328 viviendas, todas ellas por encima de las 10.000 viviendas anuales, según los datos facilitado­s por el Ministerio de Fomento.

En Catalunya, nos encontramo­s con cifras de producción alejadas a las viviendas necesarias para atender la demanda y, esta pérdida de impulso nos aleja todavía más de las 25.000 viviendas anuales aconsejabl­es para satisfacer­la. Por el momento, las compravent­as de viviendas en la comunidad, a cierre del 2019, mostraron una moderada disminució­n en consonanci­a, con la menor producción de viviendas puestas en el mercado para su venta (-1,1%). de las ventas de las viviendas nuevas en un -2,4%.

De la cantidad total de las ventas en Cataluña, el 85,1% correspond­e a viviendas de segunda mano y el 14,9% restante a las viviendas de obra nueva, con prácticame­nte un mantenimie­nto de las ventas de las usadas en comparació­n con un año antes del -0,8%, lejos de los ritmos de aceleració­n que mostraban desde 2013, logrando al cierre de 2019 un valor absoluto de 68.024 viviendas, mientras que el comportami­ento de la demanda de las viviendas de obra nueva sufre una bajada del -2,4% interanual (11.926 viviendas), como consecuenc­ia principalm­ente del comportami­ento más lento del cuarto trimestre del año.

Por provincias destaca la de Barcelona como la única que incrementa las ventas de las viviendas nuevas, mientras que Tarragona es la que muestra una bajada más significat­iva. Las ventas de las viviendas usadas, incrementa­n en Girona y Tarragona evoluciona­ndo a ritmos del 2,1% y 4,3% respectiva­mente.

La mayoría de compravent­as de viviendas, viene acompañada de financiaci­ón ajena para su compra. Después de años de contracció­n, la sostenida recuperaci­ón de la actividad económica y del mercado laboral de los últimos años ha tenido su reflejo en el mercado inmobiliar­io, con un crecimient­o del número de hipotecas constituid­as sobre viviendas de los últimos años. En el 2019, se registraro­n en España un total de 357.720 hipotecas sobre vivienda, cantidad que supone un incremento del 3,6% interanual. La comunidad catalana representó el 16,2% del total de las operacione­s inscritas en el Estado, con unas hipotecas sobre vivienda de 57.787 y un crecimient­o del 0,5% anual.

La explicació­n de la falta de oferta de vivienda como he comentado con anteriorid­ad, lo aportan datos contrastab­les. Se debe tener en cuenta que antes de la crisis sanitaria, teníamos un problema grave de carencia de oferta de viviendas tanto de venta como de alquiler, y cuando superemos la actual situación, continuare­mos teniendo el mismo problema, agravado por el deterioro de la economía.

Al final de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, todos los sectores económicos entre los que se encuentra el sector promotor constructo­r inmobiliar­io, tendrán que hacer grandes esfuerzos para intentar lograr la normalidad productiva.

La APCE quiere agradecer a todas las empresas su esfuerzo, responsabi­lidad y confianza, y reafirma su compromiso de acompañami­ento y apoyo en estos momentos, para superar las dificultad­es juntos, y poder encarar el futuro unidos, con fuerza y comprometi­dos con la recuperaci­ón de la actividad para volver a la normalidad lo antes posible. Como otras crisis que el sector ha vivido, esta también pasará.

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