La patronal acusa a Colau de “ahogar” al vehículo privado
Foment del Treball y otras organizaciones cargan contra los planes de movilidad que “obstaculizan” la recuperación
Foment del Treball y otras organizaciones piden a la alcaldesa de Barcelona que anule el plan de restringir espacio al coche porque frenará la recuperación.
Las decisiones adoptadas por el gobierno municipal de Barcelona que afectan a la movilidad urbana han provocado una airada reacción de las organizaciones empresariales capitaneadas por Foment del Terball. La entidad que preside Josep Sánchez Llibre, junto a la Federació d’empresaris de la Petita i Mitjana Empresa de Catalunya (Fepime), públicó ayer un manifiesto en el que acusa al Ayuntamiento de “ahogar” al vehículo privado y de interponer “obstáculos” en el camino de la recuperación económica.
El manifiesto (Por una ciudad de consenso y de futuro), exige al gobierno de Ada Colau que ofrezca “soluciones”, en lugar de “empeñarse” en crear “problemas”. “El progresivo retorno a la normalidad –afirma Foment– se debe hacer con una movilidad eficiente que proteja a los ciudadanos frente a la Covid19”. En lugar de eso, señala la patronal, el Ayuntamiento “impone cargas adicionales a los trabajadores por cuenta ajena y autónomos, dificultando el acceso a su puesto de trabajo, en un momento en que ha aumentado el número de afectados por los ERTE”. Por ello, pide “más cordura, pragmatismo y sentido común” y advierte que si se dificulta el uso del vehículo privado se producirá un colapso del tráfico en el área metropolitana a medida que avance la desescalada.
“Pedimos al Ayuntamiento que pare todo el nuevo plan y que la alcaldesa convoque con urgencia a los agentes sociales y económicos, y a los sectores implicados para acordar un plan que responda a las necesidades de la ciudad”, reclama la organización empresarial. “No todo el mundo –le recuerda a Colau– tiene la suerte (de la que, presumiblemente, disfrutan los autores del plan) de trabajar en el mismo municipio donde vive”. Por eso, consideran que si bien es una herramienta esencial para la movilidad metropolitana el transporte público resulta hoy por hoy insuficiente.
“El vehículo privado está destinado a asumir un nuevo protagonismo”, mientras se mantenga el riesgo de contagio, asegura el comunicado, que cuestiona el papel que el Ayuntamiento quiere atribuir a la bici. “La bicicleta –afirma Foment– no puede ser el vehículo principal en el que el Ayuntamiento base la movilidad en la ciudad. Es poco realista. Es irreal”.
El manifiesto, crítico con las actuaciones en arterias como Via Laietana, València, Consell de Cent, Gran Via o Meridiana, tiene el aval del Consell de Gremis, la Confederació Empresarial d’hostaleria i Restauració, el Gremi d’hotels, Barcelona Oberta, la Federació Catalana de Tallers de Reparació d’automòbils, el Gremi de Tallers, el Gremi del Motor, Fecavem, Unió Patronal Metal·lúrgica, Comertia, Consell d’empreses Distribuidores d’alimentació, Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados y Asociación Nacional Grandes Empresas de Distribución.
Entre los promotores del manifiesto han sentado fatal algunas de las intervenciones en el espacio público
Los empresarios cargan contra las actuaciones en calles principales y alertan de un posible colapso de tráfico
y palabras como las que expresó hace unos días la concejal de Urbanismo, Janet Sanz, interpretadas como poco menos que una declaración de guerra al coche. Los empresarios se preguntan si el PSC de Jaume Collboni, socio de gobierno de Ada Colau, comparte estas posturas que creen lesivas para la economía metropolitana. Precisamente, la socialista, Rosa Alarcón, concejal de Movilidad, tiene previsto reunirse con los autores del manifiesto para explicarles los planes municipales y limar asperezas. Alarcón admitió ayer a La Vanguardia que “hay una movilidad esencial vinculada al vehículo privado que no podemos negar” . La edil señaló que el objetivo es evitar ese colapso al que hace referencia la patronal y apostar por un modelo basado en el transporte público y los desplazamientos a pie (entre ambos representarían en torno al 80%). Reconoció que “no podemos demonizar al coche”, rechazó que la bici vaya a convertirse en el principal modo de transporte (supone el 2% de los desplazamientos y, a lo sumo, explicó Alarcón, podría llegar al 4%-5%) y añadió que será vital “recuperar al confianza en el transporte público”.