“Las redes de apoyo a Estado Islámico se expanden”
“Cada mañana entro –en las redes– y empiezo a seguir cinco o diez nuevos canales y grupos. Ahora hay 300 o 400 en diversas plataformas”, escribía hace unos días Michael Krona, experto en el yihadismo en internet y coautor con Rosemary Pennington de The Media World of ISIS (2019). Profesor de Comunicación en la Universidad de Mälmo (Suecia), Krona explica que por un lado están los medios oficiales de Estado Islámico (EI) y por otro unas redes de apoyo que “se expanden y se expanden, a pesar de las medidas que se toman para desmantelarlas”. Aunque reutilizan material audiovisual antiguo –debido a las dificultades que tienen los supervivientes de la derrota territorial del EI para generar otros nuevos–, estas redes de apoyo han ganado sofisticación. La cuestión es hasta qué punto estos activistas fuera de la línea oficial del EI son una amenaza, ya que de ellos pareció partir, por ejemplo, la idea de atacar hospitales. La capacidad del EI para ganar apoyos “se ha extendido poderosamente –responde Krona– debido a la descentralización de plataformas en las que usan muchas más aplicaciones para difundir propaganda, inspirar a otros, radicalizar y reclutar seguidores. Para la comunidad de inteligencia es difícil seguirlos porque cada vez hay más y en más plataformas que antes, así que diría que se trata de una amenaza severa”. A medida que el EI busca ampliar su geografía, centrándose ahora mismo en varios países africanos y en Asia con el caso específico de Filipinas, “sus seguidores están abriendo sus propios canales y grupos en sus lenguas locales. Aunque el árabe sigue siendo dominante, hay más idiomas en juego y abarcan todas las redes de apoyo. Las noticias oficiales se generan en árabe pero ahora hay más seguidores que las traducen y divulgan”. Hace dos años, Omar Mohamed, antes conocido como Mosul Eye, el hombre que transmitía al mundo lo que ocurría en la ciudad iraquí ocupada por Estado Islámico, decía a este diario que “esta es la era del califato digital… Pueden atacar en cualquier parte (…) Ahora son más peligrosos”. Lo observado por Michael Krona le da la razón. El nuevo califa, Abu Ibrahim al Hasimi, “es mencionado muy rara vez, tan solo unas cuantas veces y sobre todo cuando se anunció su nombramiento” en octubre pasado, por lo que “yo interpreto que tiene una posición y un aura diferente en comparación con Al Bagdadi. Al Hashimi es el líder de un movimiento global más que de un proyecto de Estado”.