Dirigentes del PSOE alzan la voz para que Sánchez selle una mayoría con Cs
Presidentes y líderes territoriales presionan para desmarcarse de Esquerra o Bildu
UN ACUERDO MUY CONTESTADO Sectores socialistas rompen su silencio tras el polémico pacto con la izquierda abertzale
ARITMÉTICA VARIABLE
En la Moncloa y Ferraz priorizan a la mayoría de la investidura, sin renunciar a Ciudadanos
Pedro Sánchez logró volver a reunir una sólida mayoría absoluta de 177 votos, el pasado miércoles en el Congreso, para salvar la quinta prórroga del estado de alarma. Hace solo cuatro meses, el pasado 7 de enero, logró su investidura como presidente del Gobierno con una precaria mayoría simple de 167 votos. Pero en lugar de parecer que su mandato y su Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos se consolidan con cada vez mayores respaldos parlamentarios, Sánchez semeja un equilibrista avanzando inestable por el alambre entre el fuego cruzado que recibe por su derecha y por su izquierda.
Y cada nuevo paso se aventura de vértigo y máximo riesgo. Por lo pronto, intentar reunir de nuevo una mayoría parlamentaria en este par de semanas para el caso de que opte a solicitar una sexta prórroga de la alarma, aunque ya no afecte a toda España porque algunos territorios hayan logrado salir de esta situación de excepcionalidad. Después habrá de hacer frente a la devastación económica provocada por la crisis del coronavirus, para lo que necesitará aprobar sus primeros presupuestos generales del Estado. Y todo ello determinará si la legislatura sigue su rumbo o se rompe abruptamente. “Quedan cuatro años por delante”, afirma Sánchez, impertérrito, ante las fuerzas contrapuestas que pugnan por zarandear el alambre y que el equilibrista caiga al abismo.
Otras fuerzas, igualmente contrapuestas, optan a mantenerle en equilibrio. Pero solo si despeja una alternativa: “O ellos o nosotros”. Es lo que demanda Esquerra Republicana, en permanente pugna electoral con Jxcat por la hegemonía del independentismo en Catalunya. Y es lo que también reclama Ciudadanos, que intenta a su vez alejarse de la foto de Colón junto al PP y Vox y resituarse en el centro del escenacaballero, rio político tras su debacle electoral de noviembre y la sustitución de Albert Rivera por Inés Arrimadas.
Sánchez, para poder continuar su camino, no quiere renunciar a nada. En la Moncloa y en la dirección del PSOE insisten en que su “prioridad” siguen siendo los partidos que hilvanaron la investidura, aunque su “vocación” es ampliar dicha mayoría.
Pero el amplio sector del PSOE que representan presidentes autonómicos y líderes territoriales comoelcastellano-manchegoemiliano García-page, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el aragonés Javier Lambán o el vigués Abel se ha pronunciado en los últimos días ante la disyuntiva de que Sánchez tenga que elegir entre Esquerra o Ciudadanos para poder proseguir su ruta. Muchos de ellos ya asumieron con resignación que la investidura de Sánchez en enero dejara en manos de ERC toda la legislatura: “No queda otra”.
Pero los acontecimientos de la semana pasada, en los que Sánchez reabrió sin éxito la mesa de negociación con Esquerra y acabó sellando un polémico acuerdo con EH Bildu para derogar la reforma laboral del PP, entre otras cuestiones, a cambio de cinco abstenciones de la izquierda abertzale para sacar adelante la quinta prórroga de la alarma que sustentaron Ciudadanos, el PNV o Coalición Canaria, reavivaron las voces en el PSOE que urgen al presidente del Gobierno a sostenerse en la formación naranja.
Y olvidarse de los partidos con los que no comparte ni el mínimo común del modelo de Estado, como ERC o EH Bildu.
El presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-page, alzó la voz. “Como siempre, los primeros en abrir el baile”, resaltan en su equipo. En esta federación socialista aseguran que “desde siempre” demandan que Sánchez mire más a Ciudadanos y menos –o nada– a ERC o EH Bildu. Y Page hizo saber que estaba “dolido y perplejo” por el pacto suscrito entre los socialistas y la izquierda abertzale. Un pacto, a su juicio, “basado en la extorsión”. Destacó al tiempo como muy positiva la actitud de Ciudadanos, “que ha ayudado al país sin extorsión”. E incluso se puso “a disposición de la Moncloa para la búsqueda de consensos más amplios, dentro del proceso de reconstrucción económica y social al que se tendrá que enfrentar el país”.
Page, que tiene mayoría absoluta en su territorio, predicó además con el ejemplo, en una suerte de invitación a Sánchez a hacer lo propio, e impulsó un primer acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos en Castilla-la Mancha, dentro del pacto para la reconstrucción de la región, para blindar la dotación de 630 millones de euros durante la le
PRESIDENTES INQUIETOS Page toma la delantera: “Como siempre, somos los primeros en abrir el baile”, resaltan
ALTERNATIVAS CONTRAPUESTAS Vara prefiere a Cs antes que a Esquerra: “Compartimos un proyecto de país”
gislatura para infraestructuras sanitarias. El presidente castellanomanchego demandó en todo caso el pasado domingo al propio Sánchez que, si pide una sexta prórroga de la alarma, no permita que nadie le imponga condiciones que además nada tengan que ver con la crisis sanitaria, en alusión a ERC o EH Bildu.
El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, también reconoció que el acuerdo con Ciudadanos es mejor que con ERC: “Sin duda”. Por una simple razón: “Porque compartimos un proyecto de país”. Vara, además, advirtió que “ver las siglas del
PSOE con las de Bildu me produce desolación”.
También el presidente de Aragón, Javier Lambán, celebró públicamente, “como ciudadano español y como socialista”, el último pacto suscrito entre Sánchez y Ciudadanos para prorrogar la alarma. “Ojalá que la Moncloa no se vea obligada a volver a recurrir para nada a partidos que no creen en España ni en el futuro común de todos los españoles”.
Al día siguiente, Lambán trasladó su enhorabuena a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, por el nacimiento de su primer hijo: “Que tu niño, como pan debajo del brazo, le traiga a España el compromiso y el amor de su madre”, resaltó.
En el mismo sentido, el veterano alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, criticó con dureza el acuerdo suscrito con la izquierda abertzale: “Con Bildu, ni siquiera buenos días”. A todos estos dirigentes del PSOE les indignó especialmente que este pacto además tuviera lugar al tiempo que EH Bildu no condenara, a su juicio, el ataque que se había producido contra el domicilio de la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, y su marido, Alfonso Gil, teniente de alcalde y portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao. “La intolerancia es una manifestación de ceguera que no tiene cabida en una sociedad democrática”, clamó Page.
El alcalde Abel Caballero, que también es el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, también celebró la nueva mayoría que la formación naranja, pese a disponer sólo de diez diputados en el Congreso, puede ofrecer a Sánchez. “Valoro muchísimo el acuerdo con Ciudadanos, es una senda estupenda, me gusta que haya un acuerdo con Ciudadanos, con Podemos, y que se amplíe el marco del consenso en el escenario político español”, resaltó Caballero.
Sánchez reunió ayer a su ejecutiva de Ferraz y no consta que ningún dirigente le recetara mirar más a Ciudadanos que a ERC o EH Bildu. Pero el líder del PSOE y otros miembros de la dirección justificaron un pacto con la izquierda abertzale que, en todo caso, circunscribieron a la necesidad de garantizarse la aprobación de la quinta prórroga del estado de alarma. Ferraz, por lo demás, informó de que en la cita se destacó la labor del Gobierno en la lucha contra la pandemia y se lamentó que el PP haya decidido “dar la espalda a su responsabilidad de llevar a cabo una oposición de Estado”.