Más compras y menos playa en el primer día de fase 2
El mal tiempo obliga a aplazar el baño y los centros comerciales acaparan el protagonismo de la jornada en Tarragona
La cartelera quedó congelada el viernes 13 de marzo con Parásitos o La Patrulla Canina. Los cines son el único negocio que no tiene fecha de apertura en el centro comercial Parc Central. El resto ya funciona al 90%. A las nueve de la mañana, una cola de clientes aguardaba delante de la puerta principal, también en la de El Corte Inglés. El primer día de la fase 2 amaneció nublado y lluvioso, con las terrazas vacías, la playa prácticamente desierta y casi nadie bañándose. Bares y restaurantes pudieron abrir sus locales; eso sí, reduciendo el aforo hasta el 40%. Y otra novedad: las terrazas, que el Ayuntamiento de Tarragona obligó a cerrar a las once de la noche durante toda la fase 1, recuperaron ayer su horario habitual.
“Ahora mismo hay unas 1.500 personas, si llegásemos a las 4.525 –el aforo máximo instantáneo es de 12.827 clientes– tendríamos que cerrar los accesos”, explica el gerente de este centro comercial, Miguel Ángel González. Una de las dos puertas principales es ahora la entrada. Por la otra solo se sale. Un informador da la bienvenida a cada cliente y ofrece gel desinfectante. El acceso, controlado por personal de seguridad, es gradual. En el suelo, grandes flechas: “Hemos marcado itinerarios para que la gente circule en la misma dirección y no se cruce”, añade González. Han reforzado la seguridad y la limpieza. En el baño, de uno en uno. La megafonía recuerda regularmente que hay que respetar las distancias de seguridad. También se ha doblado el personal del call center. Los teléfonos echan humo. “No para de llamar gente preguntando a qué hora es mejor venir”, dice una de las informadoras. Y, evidentemente, todo el mundo con mascarilla.
“Ha habido mucho movimiento toda la mañana... La gente ha comprado y también han venido a cambiar prendas”, explica la dependienta de una gran franquicia de ropa. En las tiendas de moda y las infantil –con más ofertas y descuentos que en el supermercado– la gente va y viene. Sin turistas, que entre mayo y agosto triplicaban la afluencia habitual en Parc Central, la dirección del centro tampoco espera grandes aglomeraciones.
Durante los últimos días, el tráfico se ha intensificado en la ciudad. Ayer, todavía más. La nueva fase ha borrado las franjas horarias, salvo para los mayores de setenta años que mantienen las salidas de 10 a 12 horas y de 19 a 20 horas. Los encuentros en grupo se amplían de 10 a 15 personas y pueden abrirse teatros y salas de conciertos con un tercio del aforo y un máximo de 400 personas, aunque de momento no hay programación a la vista.
También han abierto –y serán gratis hasta junio– tres recintos monumentales, entre ellos el paseo
Las terrazas ya pueden abrir más allá de las once, pero muchos restaurantes todavía siguen cerrados
arqueológico. Pero la lluvia penalizó y la afluencia fue escasa. Como en la playa. Allí, además de reforzar la vigilancia policial, el Ayuntamiento ha recomendado no estarse más de tres horas y dejar una distancia de seis metros de paso entre el mar y la primera hilera de toallas, mientras prepara una aplicación para saber en tiempo real el nivel de afluencia.
La apertura de restaurantes fue desigual y se espera que más establecimientos abran puertas a lo largo de la semana. “Las reservas son de clientes conocidos”, explicaba ayer Fidel Solé, del restaurante Barquet, que empezó a trabajar en fase 1 haciendo sus clásicos arroces por encargo y para comer en casa, reabrió con el local adaptado y seis mesas menos.
Donde la fase 2 ha comenzado de forma más discretas es en las localidades más turísticas como La Pineda (Vila-seca) o Salou, cuyo literal ofrece un imagen casi fantasmal con los hoteles y Port Aventura cerrados y sin los turistas que a estas alturas ya llenaban playas.