El documental ‘Reiniciar el món’ busca respuestas para después de la pandemia
‘Sense ficció’ estrena esta producción que da voz a personas anónimas y expertos
Tras el duro golpe que ha significado la actual pandemia, la humanidad tendrá que reinventarse en muchos aspectos. El documental Reniciar el món, que hoy se estrena en Sense ficció (TV3), busca un poco de luz en el futuro que nos espera pero, sobre todo, se pregunta por qué hemos llegado a la situación actual y “por qué se han mantenido los desequilibrios y las desigualdades que están en el origen de gran parte de los problemas que hemos tenido que sufrir estos días por la pandemia”, adelanta Gilbert Arroyo, su productor ejecutivo.
Dirigido por Juanma Arizmendi y Marc M. Sarrado y producido por The Mediapro Studio con la colaboración de la revista 5W, el documental combina las historias de personas anónimas con las reflexiones de escritores, economistas, filósofos, médicos y activistas de todo el mundo que plantean preguntas sobre los tiempos que vienen y también varias consideraciones sobre la sanidad, la vivienda, la crisis económica y las amenazas a los derechos civiles y las libertades de las sociedades actuales.
“Uno de los aspectos que queda más claro en Reniciar el món es que, al final, el virus nos vuelve a poner ante todas las contradicciones y los graves problemas que tenemos en el mundo”, avanza Arroyo. La sobreexplotación de los recursos naturales, la deshumanización de la economía o la toma de conciencia de nuestra responsabilidad como consumidores también están presentes en el documental, que plantea si esta pandemia servirá para que la humanidad se tome en serio su futuro. “Ponemos sobre la mesa algunas de las cuestiones que se tendrían que empezar a trabajar para aportar al debate político general la opinión de los expertos con quien nos hemos puesto en contacto”.
Reiniciar el món da voz a personas que normalmente no la tienen “y que todavía desaparecen más en situaciones como esta”. Arroyo se añade a la reflexión del periodista Josep Ramoneda, quien alerta que de repente los refugiados del campo de acogida de Moria en la isla griega de Lesbos han desparecido del mapa, y ahora sólo nos preocupan nuestros problemas locales. “En circunstancias como las actuales, nos volvemos más egoístas, levantamos nuevas fronteras y dejamos aún más a su suerte a gente que necesita de nuestro compromiso y solidaridad”, se lamenta.
El documental carga bastante contra el sentimiento extendido de que “todo irá bien y saldremos más fuertes de esta crisis”. “Este eslogan no va a ningún sitio, quizá sí que saldremos pero como siempre serán sólo unos cuantos y por el camino se quedará mucha gente”. Arroyo destaca una reflexión del escritor y filósofo Alain Deneault: “Si seguimos haciendo los cosas como las hacíamos antes nada irá bien”.
Pero el documental también muestra algún atisbo de esperanza con algunos testimonios que apuntan que la crisis ha servido para que las personas se preocupen y tengan cuidado los unos de los otros, una conexión que no existía cuando estábamos metidos en la rutina del trabajar y consumir. “También la nueva mirada positiva que ahora tenemos hacia determinados profesionales y trabajos son aspectos positivos de la pandemia que perdurarán en el tiempo”, acaba.