Cambiar de compañía telefónica vuelve a ser posible
Otro de los síntomas de que la normalidad regresa a nuestras vidas es que podremos volver a cambiar de compañía telefónica a nuestro antojo. El Consejo de Ministros suprimió ayer la prohibición de realizar portabilidades telefónicas, es decir, cambiar de operador sin cambiar de número, que había implantado tras decretar el estado de alarma. Entonces se justificó para evitar desplazamientos innecesarios e intervenciones técnicas en los hogares que pudieran incrementar el riesgo de contagio de la Covid-19.
Se mantiene, eso sí, la obligación impuesta a los operadores de no interrumpir los servicios de telecomunicaciones a sus clientes, incluso si estos no han cumplido a tiempo con el pago de su factura. Además, se obliga a las compañías a flexibilizar su política de pagos y permitir a los clientes la devolución de las deudas generadas, entre el inicio del estado de alarma y el 30 de junio del 2020, en pagos fraccionados durante seis meses, sin intereses y sin exigirles garantías adicionales.
El sector y las asociaciones de consumidores llevaban semanas reclamando la normalización de las portabilidades. A principios de abril, el Gobierno ya abrió la mano y permitió que se pudieran realizar aquellas que no implicaran intervención de técnicos. Aun así, la actividad en este mercado ha estado en mínimos en los últimos meses, según los datos de la CNMC.
Pero que no haya habido movilidad de clientes no significa que el sector haya estado también de brazos cruzados. Todo lo contrario. La semana pasada se presentó un nuevo operador, Virgin Telco, propiedad del grupo vasco Euskaltel en colaboración con el británico Virgin. Se estrena con la intención de azuzar, todavía más, la intensa competencia de precios que libran las operadoras en el mercado español, sobre todo en el sector low cost. Llega también en el momento en que vuelve el fútbol, uno de los ganchos de las principales operadoras.