A codazo limpio
Tenemos una lista de saludos aptos para políticos, sin más riesgo que el ridículo
Codo con codo, hombro con hombro y coreando todos juntos el Bella ciao, que, además de mucha historia, tiene un resabio a robo de banco que cae bien. Así nos imaginábamos la salida de la oscuridad a la penumbra en que nos movemos ahora y gracias, pero el amable roce de las extremidades superiores a modo de saludo poscovídico se ha convertido en un reparto de codazos que amenaza con desplazarse a las extremidades inferiores en forma de puntapiés. El fenómeno, por otra parte esperable dada la naturaleza (in)humana, se está propagando cual virus entre la clase política y aledaños, pero, como ya sabemos, lo personal es político, y por lo mismo lo político se acaba convirtiendo en personal. Habrá que buscar otra manera de saludarse que no nos provoque malos pensamientos.
Empecemos por uno que hace furor en las redes: el vulcano. Popularizado por el capitán Spock, se efectúa con la palma extendida, los dedos índice-corazón y anular-meñique se unen entre ellos dejando un espacio en forma de V en medio. Implica cierta dificultad para mantenerlo, de hecho, al intérprete del Spock joven, el actor Zachary Quinto, se los tuvieron que pegar... Nos ha venido a la cabeza junto con una cita de Winston Churchill muy adecuada al momento: un político ha de tener la habilidad de anticipar lo que pasará mañana, y pasado mañana y la semana y el mes que viene... para después explicar por qué no ha sucedido en absoluto. En la misma estela cinematográfica-dactilar pero más fácil, el saludo de respeto del distrito 12 de Los juegos del hambre: se juntan los tres dedos centrales y se unen el pulgar y el meñique. Bueno, no es tan fácil como parece.
Otra propuesta muy simple es llevarse la mano al corazón, el favorito del director general de la OMS, Tedros Adhanom, o en el mismo abanico, el namasté, con el crédito que le proporcionan sus 3.500 años de antigüedad; fácil de realizar, se juntan las manos en señal de oración mientras se inclina el cuerpo hacia delante. No hay contacto físico, y si nos apuramos, tampoco mental. No recomendamos en absoluto el saludo dab, puede dar lugar a malentendidos.
Pero nuestro favorito es el juego de manos, brazos, antebrazos, codos, muñecas, con giros, toques, vueltas y revueltas, pasos de baile, saltos y regateos a la manera de un grupo de raperos que se aprecie, tienen una muestra en Do the right thing, la película de Spike Lee. Uno/a tiene que concentrarse tanto en los pasos que seguir que se te van las demás ideas. También las malas.