La OIT advierte del impacto global de la pandemia en el empleo juvenil
Joaquín Nieto, director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España, alertó ayer del riesgo de que el elevado desempleo juvenil se convierta en un problema estructural en un momento en que la crisis económica golpea especialmente a los más jóvenes. Ante esta situación, Nieto recomendó que la comisión parlamentaria para la reconstrucción económica y social de España contemple un plan especial de garantía juvenil para que a los jóvenes sin trabajo y sin estudios se les ofrezca un empleo o una propuesta formativa.
“España no se puede permitir que un elevado desempleo juvenil se instale de manera estructural, porque representaría un fracaso con desastrosas consecuencias de larga duración para toda una generación”, afirmó Nieto en declaraciones remitidas a los medios de comunicación. Estas declaraciones se produjeron en el contexto de la presentación en Ginebra (Suiza) de un informe, que revela que uno de cada seis jóvenes en el mundo ha perdido su empleo a consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
El estudio muestra que la juventud, que aún sufría las consecuencias de la crisis financiera del 2008, ha sido uno de los grupos de edad más afectados por los confinamientos y otras medidas de freno a la Covid-19, lo que puede tener adversos efectos a largo plazo. “La Covid-19 no solo destruye ocupación, sino que también trastoca los planes de educación y pone grandes obstáculos en el camino de aquellos que quieren entrar al mercado laboral o bien que quieren cambiar de trabajo”, apunta el OIT.
Según el informe Monitor OIT: la Covid-19 y el mundo del trabajo publicado ayer, la crisis del coronavirus podría dejar a toda una generación “estancada”. En este sentido, la OIT recuerda que la tasa de paro juvenil –del 13,6% a finales del 2019 a escala global– es la más elevada en comparación al resto de franjas de edad.
Por otro lado, la organización pone de manifiesto que los jóvenes a menudo trabajan en oficios que los dejan en una situación de vulnerabilidad, sea a través de salarios bajos o de contrataciones informales. Según el director general de la OIT, Guy Ryder, “la crisis actual está golpeando a la gente joven de forma mucho más dura y rápida que cualquier otro grupo de población”. “Si no tomamos decisiones inmediatas para mejorar su situación, el legado del virus puede quedarse con nosotros durante décadas”, añadió el directivo.