Fira pone el motor en marcha
Nuestro país, como gran parte del mundo, vive los graves efectos de la pandemia Covid-19 que produce sufrimiento, trastorna nuestro estilo de vida, de trabajar, de relacionarnos y ha abierto interrogantes sobre el futuro de una sociedad avanzada, cada vez más tecnificada y global.
Está claro que por encima de cualquier otra consideración la prioridad es salvar vidas y avanzar en la lucha contra el virus. No nos cansaremos de poner en valor la tarea de los profesionales sanitarios y otros muchos sectores por su empeño y solidaridad. Así lo ha entendido también Fira de Barcelona, acorde con su compromiso social, al poner sus recintos de Montjuïc y Gran Via, junto con su experiencia organizativa, a disposición de las instituciones.
Ante este contexto, hay que poner también todo el esfuerzo y medios para superar los graves efectos de la pandemia sobre las empresas y el empleo, con previsiones muy preocupantes para un país cuyo tejido productivo está formado en gran medida por pymes y autónomos, y en el que tanto peso tienen el turismo y el comercio. Sin recuperación económica no habrá normalidad social y no se podrán garantizar adecuados niveles de inclusión y bienestar.
Por definición, las ferias son espacios de negocio y relación entre expositores y visitantes, donde se generan conocimiento y oportunidades comerciales, con un claro efecto multiplicador sobre muchos sectores. Dadas las circunstancias, Fira de Barcelona, como todas las ferias del mundo, ha debido replanificar su calendario ferial, con la consiguiente repercusión económica y social.
En este sentido, Fira trabaja activamente con el objetivo de poder reanudar su actividad tras el verano y prever los escenarios de la que será, sin
El rol de las ferias como palanca para la recuperación económica debe tenerse en cuenta en los planes de apoyo y desescalada
duda, una nueva realidad ferial, estudiando, de la mano de los expertos, la adopción de medidas, como el básico distanciamiento físico, para celebrar los eventos con eficientes normas de prevención, pensando sobre todo en los de carácter profesional (B2B), con un liderazgo indiscutible en el mercado español. Salones como Bridal Fashion Week, Alimentaria, Smart City Expo o Expoquimia son claros ejemplos, en sus respectivos ámbitos, del relevante papel que pueden desempeñar en la actual coyuntura.
Fira de Barcelona formará parte de la reactivación con la voluntad de ser, más que nunca, motor económico multisectorial, promotor de la actividad de empresas, profesionales y emprendedores, cooperando con iniciativas públicas y privadas para superar la situación. De ahí la importancia de poner en valor el rol de las ferias como uno de las principales palancas para la tan necesaria recuperación económica y social, y de tenerlo presente tanto en los planes de apoyo como de desescalada.
Fira quiere ser, como siempre, ámbito de encuentro, innovación y progreso para ayudar a afrontar los nuevos retos. El reciente acuerdo para prolongar la celebración hasta el 2024 del Barcelona MWC es un gran paso en esta dirección.