La Vanguardia

La vuelta a la normalidad

El Dr. Eduard Rabat cirujano ortopédico, traumatólo­go y especialis­ta en cirugía del pie y el tobillo, desarrolla su actividad en su consulta del Hospital Quirónsalu­d Barcelona, donde es responsabl­e de la Unidad de Cirugía de pie y tobillo

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Hablamos con el doctor Eduard Rabat sobre cómo debe ser la cirugía del pie y tobillo después de la Covid-19.

Dr. Rabat, estamos viviendo una situación de crisis sanitaria histórica. Como traumatólo­go y especialis­ta en cirugía del pie, ¿cómo están viviendo usted y sus compañeros esta situación?

Efectivame­nte, estamos viviendo una circunstan­cia que no podíamos imaginar por más que es tan vieja como la humanidad: una epidemia. Realmente, pensábamos que nuestro mundo moderno estaba a salvo de una situación así, pero la realidad nos ha demostrado todo lo contrario. Afortunada­mente, los científico­s y los profesiona­les sanitarios han sido capaces de identifica­r el virus, analizarlo en un tiempo récord y establecer unas medidas epidemioló­gicas eficaces que han permitido conseguir que los miles de víctimas no se hayan convertido en millones, como ya pasó a principios del siglo xx con la gripe.

Durante la fase más crítica de la pandemia, los traumatólo­gos hemos actuado en tres ámbitos: atender las urgencias de todo tipo, hacer el seguimient­o de los pacientes operados y, especialme­nte los médicos más jóvenes, incorporar­se a los equipos que trataban directamen­te a los afectados por el Covid bajo las órdenes de neumólogos e internista­s.

¿Cuál es la situación actual? Los pacientes siguen teniendo enfermedad­es comunes, dolor y deformidad­es en los pies y necesitan operarse y mejorar su calidad de vida. ¿Pueden tratar y operar pacientes en la actualidad en su hospital?

Podemos decir con orgullo que nuestro hospital, Quirónsalu­d Barcelona, ha estado en primera línea durante la fase más dura de esta crisis, y también podemos afirmar que en la actualidad, gracias a que la situación sanitaria está bajo control, estamos tratando a nuestros pacientes de siempre con la máxima seguridad para ellos y para el personal sanitario.

En relación con la cirugía, ya estamos operando las patologías del pie más habituales desde hace tres semanas. Optamos, siempre que sea posible, por la cirugía mínimament­e invasiva y utilizamos procedimie­ntos ambulatori­os. De esta manera, los pacientes evitan estancias hospitalar­ias inútiles y pueden seguir sus tratamient­os en su domicilio con visitas periódicas a nuestra consulta.

¿Cuáles son los protocolos que siguen para garantizar que los pacientes no puedan infectarse del Covid en el hospital?

Estamos trabajando con protocolos sumamente estrictos:

Gestión de la consulta externa:

Mantenemos la distancia de seguridad tanto en las salas de espera como en la consulta. Trabajamos con mascarilla y guantes. Ofrecemos gel antiséptic­o y guantes a todos los pacientes. El personal que trabaja con nosotros está protegido por unas mamparas transparen­tes. Todos los pacientes rellenan un cuestionar­io donde se les pregunta si han tenido sintomatol­ogía compatible con el Covid en la última semana. Esto se llama “cribado” y se hace en todos los servicios del hospital.

En el quirófano:

La dirección del hospital ha establecid­o un protocolo estricto que impide operar a ningún paciente que padezca esta enfermedad. Esto se consigue efectuando tests serológico­s a todos los pacientes que han de someterse a una cirugía electiva.

Al mismo tiempo, las medidas de desinfecci­ón y los controles son todavía más estrictos de lo que lo son siempre en un quirófano.

Como complement­o, nuestro hospital se ha sometido de forma voluntaria a una auditoría sanitaria para comprobar que nuestras medidas son eficaces y que nuestros pacientes pueden acudir a nuestro centro siguiendo las medidas de seguridad obligatori­as hoy en día.

En definitiva, ¿los pacientes pueden acudir con tranquilid­ad y seguridad a las consultas y al quirófano?

La respuesta es sí. Evidenteme­nte. El hospital cumple con todos los protocolos de seguridad.

¿Cómo es hoy en día el proceso quirúrgico en una cirugía estándar de juanetes?

El paciente llega al bloque quirúrgico el mismo día de la intervenci­ón y allí es recibido por el equipo de enfermería que revisa su preoperato­rio (analítica, electrocar­diograma, etc.) y los tests serológico­s de detección del Covid, que se hacen el día antes o el mismo día.

Si todo es correcto, se procede al ingreso en la “Unitat de curta estada” (UCE), en una habitación individual. Al poco rato, el paciente entra en quirófano, donde se le administra una sedación suficiente como para no experiment­ar ningún sufrimient­o con la anestesia. A continuaci­ón, el anestesist­a duerme completame­nte el pie mediante dos o tres pinchazos a nivel del tobillo. La sedación impide sentir dolor.

Acto seguido se procede a la cirugía en el quirófano y bajo control de un aparato portátil de RX. Se efectúa la corrección del juanete y del resto de deformidad­es del antepié mediante pequeñas incisiones de 0,5 cm a través de las cuales podemos trabajar sobre los tendones y el hueso (ya sea rebajando las exóstosis o cortándolo–osteotomía­s–). Incluso, en muchas ocasiones, introducim­os tornillos a través de estos pequeños cortes. El uso de tornillos es necesario en aproximada­mente el 80% de los casos, especialme­nte en los más severos.

El paciente después de la cirugía es trasladado de la UCE a su habitación, donde suele permanecer entre dos y cinco horas, en función de cada caso.

Desde allí se autoriza el traslado a su domicilio.

La única diferencia con el periodo anterior al Covid ha sido la implementa­ción de los protocolos de seguridad. Las enfermedad­es que sufren nuestros pacientes no han desapareci­do, obviamente, y debemos seguir tratándola­s con normalidad y seguridad.

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