Torra y Jxcat se desmarcan de ERC por un acuerdo que ven “insuficiente”
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, aplaudió con entusiasmo la unidad de acción independentista en el Congreso cuando ERC, Jxcat y la CUP rechazaron conjuntamente las dos últimas votaciones la prórroga del estado de alarma. Pero los aplausos se tornaron ayer en reproches cuando los republicanos pactaron con el PSOE abstenerse en la sexta y última prórroga de la alarma a cambio de medidas para gestionar conjuntamente la desescalada del confinamiento por el coronavirus. Puntos que, para el president, son insuficientes.
En este sentido, y según fuentes de Presidència, Torra transmitió a su vicepresidente y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, que su pacto con el PSOE no vincula en modo alguno al Govern.
Además, desde el entorno de Torra señalan que ayer por la tarde manifestó su malestar a Aragonès dado que no entiende cómo el vicepresidente de un gobierno independentista puede contribuir a alargar una situación que, según el presidente de la Generalitat, impide la recuperación de las competencias del Govern. No es la primera vez que los contactos de ERC con los socialistas chocan con la estrategia de Jxcat, como ya sucedió al comienzo de la legislatura con la propia investidura de Sánchez.
La unidad de voto independentista no se repetirá en la próxima prórroga pese a que Torra sostenía este mismo sábado que si la Generalitat no recuperaba las competencias “naturalmente” que el Govern se opondría a prolongar quince días más la alarma.
Y es que Torra reprocha que el mando único asumido por la Moncloa en la emergencia sanitaria a fin de cuentas es un “menosprecio” del autogobierno de Catalunya. Punto en el que volverá a insistir este domingo en la duodécima reunión por videoconferencia de Pedro Sánchez con los líderes autonómicos y donde el presidente de la Generalitat repetirá su exigencia de recuperar el control de las competencias de salud y la desescalada, extremo que el acuerdo entre Esquerra y PSOE sólo se contempla cuando toda Catalunya esté en fase 3.
Desde Jxcat su portavoz en Madrid, Laura Borràs, también cargó contra un acuerdo que temen que sea “un nuevo a cambio de nada”, como la mentada investidura. Los posconvergentes creen que Sánchez “ha perdido tota la credibilidad” tras sus vaivenes negociadores durante la alarma y ahondan en que “es un acuerdo de partido, no de Govern”. “Solo incluye uno de los 40 puntos que reclamaba el president, puede ser legítimo para ERC, pero es claramente insuficiente para Jxcat”, zanjó Borràs.