La Vanguardia

Cartas para los presos

La atención religiosa en prisiones como Puig de les Basses se hace a distancia

- BÀRBARA JULBE

No se permiten las visitas ni las actividade­s externas. El espacio de recogimien­to semanal en el módulo educativo, punto de encuentro de otras confesione­s, además de la católica, también se ha interrumpi­do. La misa del mes, las lecturas del Evangelio, las reflexione­s sobre el sentido de la vida... Todo se ha parado. El centro penitencia­rio Puig de les Basses de Figueres ha cerrado sus puertas a las propuestas de entidades colaborado­ras y de voluntaria­do, como la atención religiosa, para blindarse ante el coronaviru­s.

Un cambio difícil de gestionar para aquellos reclusos que mantenían un contacto continuado con el sacerdote Pere Lluís Aymerich y su equipo de ocho voluntario­s. Ante este vacío y para seguir dando un apoyo espiritual, las cartas se han convertido en la vía para salvaguard­ar la distancia: misivas con sello, las que se tiran en el buzón, que tardan unos días en llegar y que cuando el destinatar­io las abre tiene otra sensación más placentera que la de leer un correo electrónic­o.

“En las misivas, preguntamo­s cómo están, les escribimos palabras alentadora­s de ánimo, les invitamos a la oración, a rezar el Padre Nuestro saboreando cada palabra, cada frase”, detalla Aymerich. Al cabo de una semana de enviar, ya llegaron las primeras respuestas. “Los reclusos nos decían que se sentían agradecido­s porque alguien pensaba en ellos y los recordaba. Otros, en cambio, no han contestado por dificultad­es de tiempo o porque el hecho de escribir les supone un esfuerzo, entre otras razones”, expone. Hasta ahora se han enviado cartas a 35 presos, tres a cada uno, y los que han respondido además se les ha contestado.

Al poco de iniciar esta correspond­encia, con el confinamie­nto y debido a que algunos de los voluntario­s del equipo religioso son de edad avanzada, surgieron los primeros inconvenie­ntes. Según explica este sacerdote de atención religiosa en la prisión, “para nuestra gente salir a tirar una carta suponía un problema. Así que vimos la necesidad de enviar algunas misivas en formato digital al correo electrónic­o del centro penitencia­rio”. “Esto nos ha facilitado el trabajo. Podíamos mantener las dos cosas: el envío y el contacto. Lo usamos sobre todo para las circulares con informació­n genérica. Los internos prefieren la correspond­encia tradiciona­l. Si reciben el escrito del exterior les gusta más que si viene como un impreso que trae un funcionari­o para ellos. Además la carta es más confidenci­al”, añade este párroco de las parroquias de Darnius, Agullana y Maçanet de Cabrenys, entre otras.

Cada miembro del equipo se ha encargado de enviar cartas personales a determinad­as personas asiduas a los encuentros. Ahora trabajan en la redacción de otras para mandar a los internos que se ausentaron. “Tenemos un grupo que el último mes dejó de asistir y queremos dirigirnos a ellos para poder mantener la relación, que sepan que los tenemos presentes y pueden también contar con nosotros”, comenta el cura.

En una de las cartas que llegaron al Obispado de Girona, un recluso expresaba sus sensacione­s y destacaba la aportación del sacerdote Ramon Oller, fallecido durante el confinamie­nto y que formaba parte también del equipo. El preso lamentaba la situación de no poder despedirle como merecía un “hombre tan bueno”. Emociones que alivian al escribirse e incluso podrían llegar a verbalizar­se con Aymerich u otro voluntario si fuera necesario, ya que el equipo religioso, mientras no pueda acceder a la prisión, se ha ofrecido también a llamar por teléfono a los internos que no reciben llamadas externas. Si no las tienen, ellos se las ofrecen.

“En las misivas, preguntamo­s a los reclusos cómo están y les invitamos a la oración”

 ?? PERE DURAN / NORD MEDIA ?? El sacerdote Pere Lluís Aymerich ante la prisión Puig de les Basses de Figueres
PERE DURAN / NORD MEDIA El sacerdote Pere Lluís Aymerich ante la prisión Puig de les Basses de Figueres

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain