Renfe suprime el tren nocturno ‘sostenible’ de Greta Thunberg
La compañía dice que las tres rutas de tren-hotel le causan 25 millones de déficit
El histórico tren-hotel de Renfe, diseñado para aprovechar el tiempo mientras se pernocta, podría no volver a rodar. Recuperar este servicio interrumpido por la crisis del coronavirus no está entre los planes más inmediatos de la compañía una vez se reanude el tráfico tras el fin del estado de alarma. Una de las rutas suprimidas es el emblemático tren Lusitania, la única conexión ferroviaria que unía Madrid con Lisboa, y que el pasado mes de diciembre Greta Thunberg escogió en su viaje a la Cumbre del Clima por ser la alternativa de transporte más sostenible para desplazarse entre las dos capitales.
La falta de rentabilidad es el principal motivo que alega el operador ferroviario para dejar en el limbo este servicio. Según fuentes de la compañía, el año pasado las tres rutas de tren-hotel que opera le causaron unas pérdidas de 25 millones de euros. También han influido en la decisión otros factores, como la perspectiva de “una lenta” recuperación de la demanda de viajes.
Un portavoz de Renfe precisa que el tren-hotel es un servicio comercial –no subvencionado– cuyas pérdidas van a cargo de sus cuentas, lo cual habría propiciado la medida “al menos en el corto plazo”. Las posibilidades de que se dé marcha atrás parecen remotas: “Si reactiváramos el servicio, las pérdidas se incrementarían”. Los planes pasan por activar cuanto antes los servicios con mayor ratio de ocupación. Según cifras proporcionadas por Renfe, el año pasado viajaron en el tren-hotel 248.000 pasajeros, tan sólo el 0,7% del volumen total de pasajeros del Ave-larga Distancia (33 millones de clientes).
El problema radica en que no existen alternativas de alta velocidad en las rutas suprimidas, lo que obligará a los pasajeros a utilizar la oferta de trenes diurnos o decantarse por el avión. En los últimos tiempos se había reducido el servicio de tren-hotel hasta el punto de que sólo se efectuaban dos conexiones, que unían Madrid y Barcelona con ciudades gallegas como A Coruña, Pontevedra y Vigo, y una internacional, que enlazaba la capital española y Lisboa, el Lusitania. Este tren, en funcionamiento desde 1995, no ha vuelto a reiniciar la marcha desde el 17 de marzo, por la pandemia.
El Lusitania ganó popularidad hace medio año por transportar a Greta Thunberg desde Lisboa a Madrid por la Cumbre del Clima. Entonces, la compañía ferroviaria presumió en un tuit de que el tren, que opera junto con Comboios de Portugal, transportara 75.000 pasajeros anuales y generara la mitad de emisiones que el coche y cuatro veces menos que el avión. A pesar de que recorre una parte del trayecto con una locomotora diésel, el Lusitania está considerado la alternativa más sostenible para viajar a la capital española desde la capital portuguesa, por lo que su supresión ha provocado las críticas de asociaciones ecologistas.
En Galicia, la decisión de Renfe también ha creado controversia. La Xunta ha demandado el restablecimiento del servicio al Gobierno central. En un comunicado, ha advertido que “la situación generada por la Covid-19 no puede ser una excusa para reducir los servicios de transporte de tren a los gallegos”, mientras que el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) ha presentado una proposición no de ley en el Congreso para exigir al Ministerio de Transporte la recuperación “de forma inmediata” de este servicio.
Una queja a la que también se han unido varias organizaciones sindicales, entre ellas la CGT, que denuncia que la supresión de la ruta dejaría “sólo un tren diurno entre Barcelona y Galicia, con una duración de 12 horas” y recuerda que los trenes-hoteles se potencian en otros países europeos como alternativa a los aviones en el marco del plan contra el Cambio Climático de la UE. “Aquí tenemos una red de alta velocidad muy potente y desarrollada que ya conecta los grandes núcleos de población”, recuerdan fuentes de la compañía ferroviaria.
Si se confirma que no habrá servicio, la conexión Barcelona-Galicia será diurna y durará 12 horas