La Vanguardia

El BCE sale al rescate de la economía europea con 600.000 millones más

La medida, más ambiciosa de lo esperado, relaja la prima de riesgo española y ayuda a encarar una caída prevista del PIB del 8,7%

- LUIS FEDERICO FLORIO

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), podía tropezar con la misma piedra. Errar el tiro, con medidas poco ambiciosas como en la primera respuesta al coronaviru­s; o equivocar el mensaje, como en marzo, cuando dijo que no era cosa suya apaciguar las primas de riesgo, palabras que rectificó horas después. Pero ayer no falló. Recargó el bazuca de la entidad sumando 600.000 millones al plan de compra de deuda activado por la Covid-19, por encima del medio billón esperado por el consenso del mercado. No tocó decepción, como demostraro­n los desplomes en las primas. El programa, PEPP bajo su designació­n oficial, alcanza un poder de 1,35 billones de euros con los 750.000 millones anunciados en marzo, de los que ya se ha gastado un tercio. También se extiende el límite para el dispendio, de finales del 2020 a junio del 2021.

“Había que actuar. Se necesita una aproximaci­ón acomodatic­ia amplia”, justificó Lagarde en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo. “Haremos lo que sea necesario bajo nuestro mandato”, reiteró desde Frankfurt, en un mensaje heredado de su predecesor, Mario Draghi. La decisión en el seno del BCE fue unánime. El panorama lo precisa, añadió con cifras: el PIB de la zona euro caerá un 13% en el segundo trimestre y un 8,7% en el año, según el escenario central anunciado. Tras ello vendrá un rebote del 5,2% en el 2021 y del 3,3% en el 2022. Aunque en mayo ya se tocó fondo en algunas actividade­s y países, reina una incertidum­bre “de un nivel excepciona­l” y la recuperaci­ón es “tibia”. La salida del bache no será la ansiada V simétrica, pero segurament­e tampoco el peor de los escenarios planteados, con un hundimient­o del 12,6% de la economía si hay un repunte fuerte de casos de Covid-19 y más confinamie­nto.

De vuelta al presente, la banquera francesa dijo que la eurozona vive una contracció­n “abrupta” y “sin precedente­s”, con una “severa” pérdida de ingresos y empleos. A su vez han llevado a un descenso del consumo de los hogares y la inversión empresaria­l. Desde el BCE quieren que las nuevas medidas permitan apoyar la financiaci­ón a empresas, que siguen asumiendo gastos y costes laborales sin actividad, y hogares, temerosos de gasto en plena crisis, ahora que la desescalad­a se vuelve europea. “El PEPP ha demostrado ser útil”, afirmó, planteando que las condicione­s hubieran sido mucho peores sin la acción del BCE. “Los 600.000 millones son como fuegos artificial­es en política económica”, valoró en Bloomberg Carsten Brzeski, de

ING. El impulso definitivo vendría con el plan de reconstruc­ción de la Comisión Europea, pendiente de aprobar por los miembros. Este está dotado de 750.000 millones, con 500.000 en transferen­cias directas y el resto en créditos. Lagarde afirmó que es “muy bienvenido”, reiterando, como siempre, que la política monetaria debe ir acompañada de política fiscal.

Tras el anuncio de ayer, el BCE no ve necesario desplegar más artillería desde su lado. “Ha dejado meridianam­ente claro que el PEPP es su instrument­o de preferenci­a para atajar la crisis económica”, analizó Wolfgang Bauer, gestor en M&G. De momento se descarta la rumoreada compra de bonos basura ante las revisiones a la baja en los ratings. Y los tipos de interés se mantienen sin variación. La referencia general sigue en el mínimo histórico del 0%, y la facilidad de depósito, en el -0,5%. Así se mantendrán hasta que la inflación remonte a niveles cercanos pero inferiores al 2%, algo muy difícil en el corto plazo porque la entidad prevé que sea del 0,3% este año, del 0,8% en el 2021 y del 1,1% en 2021. Ni la subyacente se aleja del 1% en los próximos años. Tampoco se tocan el otro programa de compra de deuda de 20.000 millones mensuales ni el gasto extra de 120.000 millones hasta fin de año.

La respuesta en los mercados, tras días de rally, fue una caída moderada. El Eurostoxx cedió el 0,24%, Frankfurt se dejó el 0,45% y París el 0,21%. El Ibex 35 lideró los descensos con un 0,78% en negativo. El euro ganó más terreno al dólar, a 1,13 billetes verdes, máximos en un mes, pero el gran impacto se notó en las primas de riesgo periférica­s. La española cayó por debajo de los 90 puntos por primera vez desde marzo, la italiana se alejó casi 20 puntos de la cota de los 200 y la griega tuvo un comportami­ento similar, hasta los 168 puntos.

Lagarde también tuvo tiempo para la polémica sentencia del Constituci­onal alemán, que desautoriz­ó la compra de bonos del BCE. La banquera afirmó que la entidad sólo está bajo la jurisdicci­ón del Tribunal de Justicia de la UE, quien ha dado el visto bueno al programa. “Confiamos en que se llegue a una buena solución, que no comprometa a la independen­cia del BCE y la primacía de la ley de la UE”, lanzó hasta en tres ocasiones a preguntas de periodista­s. Con la economía en juego, no quiere más frentes abiertos.

REFERENCIA­S

Tras una contracció­n “abrupta”, “sin precedente­s”, los tipos seguirán en mínimos

DEUDA SOBERANA

La medida relaja las primas de riesgo, y la española cae por debajo de los 90 puntos

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La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió ayer del impacto de la crisis del coronaviru­s en la economía de la zona euro, pero insistió en que las medidas de la entidad funcionan y se abrió a tomar nuevas decisiones si son necesarias
Confianza La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió ayer del impacto de la crisis del coronaviru­s en la economía de la zona euro, pero insistió en que las medidas de la entidad funcionan y se abrió a tomar nuevas decisiones si son necesarias
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ADRIAN PETTY / EFE

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