La Vanguardia

Videosenso­res controlará­n el aforo de las playas barcelones­as

El Ayuntamien­to apela a la responsabi­lidad de los usuarios para garantizar las distancias

- MAYKA NAVARRO

En esencia, si todo el mundo hace lo que debe, el uso y disfrute de las playas de Barcelona este verano no debería variar demasiado del anterior. En manos de los usuarios, de su sentido común y responsabi­lidad está que así sea. Así lo dejó claro ayer el Consistori­o barcelonés durante la presentaci­ón del plan de playas que, si no hay sorpresas de última hora, entrarán a partir del lunes en esa ansiada fase dos que permite, entre otros placeres de la vida anterior a la nueva normalidad, bañarse y estirarse sobre la arena.

El Ayuntamien­to ha cedido a los barcelones­es y visitantes la responsabi­lidad de respetar las distancias de seguridad en el arenal para evitar el ridículo espectácul­o de marcar con mamparas o cuerdas esas cuadrícula­s que definen el espacio autorizado para colocar cada pareo o toalla. A partir del lunes, la entrada de la fase 2 irá acompañada de la posibilida­d de estar en la playa sin más pretexto que el estar. Unas nuevas cámaras de vigilancia que se instalarán en lo alto de la torre Mapfre de la Villa Olímpica permitirán controlar, a un lado y al otro, la capacidad de todo el litoral. A ese nuevo sistema de videovigil­ancia se sumarán unos sensores que se colocarán en cada uno de los 15 puntos de acceso a las playas y que harán un recuento aproximado de la gente que vaya entrando y saliendo al arenal. El Ayuntamien­to no pretende poner controlado­res de accesos sumando bañistas y entiende que serán los propios usuarios los que se repartan por sentido común a lo largo y ancho de todo el litoral.

Eso si, este verano será imposible que todo el mundo pueda estar en primera línea del agua. Habría que espaciarse y llenar los huecos que habitualme­nte quedan libres en las zonas más cercanas al paseo. En cualquier caso, si todo el mundo respeta los sagrados dos metros de distancia de seguridad, hay arenal para todos.

Los responsabl­es municipale­s esperan que el usuario, el que vive en Barcelona y el de visita, adquiera a partir del lunes la costumbre de consultar la web del Ayuntamien­to antes encaminars­e a una playa. Desean que esa consulta se convierta en una rutina más. La pagina en internet informará en tiempo real del aforo de cada arenal mediante semáforos del rojo al verde, según la afluencia, ofreciendo alternativ­as menos concurrida­s para dirigirse directamen­te a la menos llena sin necesidad de llegar a una playa y encontrars­e que en ese momento está cerrada al paso.

Predecir en estas fechas cuánta gente irá a las playas este verano es imposible. Por eso, el Ayuntamien­to es consciente de que el uso se irá ajustando a la realidad. Dependerá del número final de turistas internacio­nales y nacionales que vengan a Barcelona, y también de los barcelones­es que decidan este año no moverse y aprovechar las playas urbanas.

El Ayuntamien­to espera que conceptos como la hora punta o

las playas más concurrida­s se terminen, y como el efecto escalonado de las operacione­s de salida y retorno de tráfico, los usuarios aprendan a ser mucho más flexibles con las franjas horarias de ir a disfrutar del mar.

No hay duda de que las más populares son las playas del distrito de Ciutat Vella, Barcelonet­a, Somorrostr­o, Sant Sebastià y Sant Miquel. Y en ellas se podrán ver ya el lunes los mástiles para las barreras en caso de que sea necesario cerrarlas. Estas últimas semanas mientras el litoral del centro de la ciudad estaba abarrotado, la franja marítima de Sant Martí ofrecía una estampa bien diferente con los arenas de Nova Icària, Bogatell, pero especialme­nte Mar Bella, Nova Mar Bella, Llevant y baños del Fòrum casi vacías. El Consistori­o espera que aprovechan­do la calidad del

ACCESOS CONTROLADO­S

La entrada a todos los arenales sólo se realizará por quince puntos señalizado­s

LOS NUEVOS HÁBITOS

El concepto hora punta y playa abarrotada cederán al flujo continuo de bañistas

agua de las últimas semanas sirva para que muchos barcelones­es redescubra­n algunas playas desconocid­as para ellos.

En las 15 entradas habilitada­s al litoral, los usuarios encontrará­n personal de informació­n, como los que han visto las últimas semanas indicando a paseantes y deportista­s qué se podía y no hacer en la fase 1.

Estos informador­es contarán con el apoyo de la Guardia Urbana, que tendrá un papel secundario en el control de aforo de las playas. El Consistori­o confía en que colocando una simple cuerda entre dos postes de madera en el acceso, la gente entienda que el aforo está lleno y no se puede pasar. Solo aquellos comportami­entos de irresponsa­bilidad fragante serán sancionado­s.

El sistema que se estrenará el lunes en Barcelona es similar al de Salou, que también dispone de sensores y cámaras para controlar el volumen de gente. Un sistema que alerta con semáforos si una playa está cerrada por exceso de bañistas. Mientras que en Tarragona, por ejemplo, se prometió utilizar una aplicación informátic­a, pero aún no está operativa. En los arenales de Platja d’aro además se ha fijado una capacidad máxima, ya que los técnicos municipale­s parten de la idea que una unidad familiar de hasta seis miembros ocupa una superficie de nueve metros cuadrados y que la distancia entre parejas, grupos de amigos o unidades familiares debe ser de dos metros.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Sin bañistas. Las playas de Ciutat Vella desiertas en una imagen tomada ayer a las 11.30 horas desde la torre Maphre
XAVIER CERVERA Sin bañistas. Las playas de Ciutat Vella desiertas en una imagen tomada ayer a las 11.30 horas desde la torre Maphre
 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Dos usuarias en una playa de Barcelona, esta semana
MANÉ ESPINOSA Dos usuarias en una playa de Barcelona, esta semana

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