El Instituto Elcano pide que Defensa no sea la “gran víctima de la crisis”
La emergencia sanitaria trae consigo una crisis económica que implicará, en teoría, una reordenación y la priorización del gasto social en las políticas públicas de los próximos años. Y, en ese escenario, sostienen desde el Real Instituto Elcano, el ámbito de la defensa no puede quedar “penalizado” ni ser “el gran perdedor de la crisis” otra vez.
Por ello, el think tank, en un informe de 40 páginas, da munición y argumentario a los referentes del ramo para que puedan defender sus reivindicaciones –a corto plazo– en los debates y en las esferas de deliberación correspondientes. “Es importante que los responsables políticos y sociales cuenten con argumentos para un debate en el que ninguna prioridad puede darse por garantizada”, apunta el documento Implicaciones del Covid-19 para la
Defensa, coordinado por su investigador principal en la materia, Félix Arteaga. También se pide a los interlocutores del ministerio que participen “en la definición de la agenda oficial con argumentos y propuestas, evitando que la Defensa vuelva a ser la gran víctima de la crisis como ocurrió en el 2008” en Europa.
En esta reflexión, que ha recabado impresiones –a título personal– de miembros de las fuerzas armadas, de la industria armamentística y militar así como de académicos, se apunta que solo se corrigió el déficit de inversión pública a partir del 2014 por la irrupción del grupo yihadista Estado Islámico en Oriente Medio y sus ataques en Occidente, y por la anexión rusa de Crimea.
Además, se esgrime que el gasto en Defensa es “una política tan social como las demás” y que “el comportamiento ejemplar” de los militares durante la pandemia “reafirma” y “demuestra” su “utilidad social”. Así, se destaca que invertir en ello, más allá de las misiones permanentes y las internacionales, “proporciona seguridad, protección civil, impuestos, empleos de calidad, tecnología, innovación y desarrollo” y que se “protege, ahora más que nunca, a los ciudadanos”.
Otro punto del informe subraya la importancia de la industria “para la economía nacional”, por lo que se pide que pueda acceder tanto a ayudas españolas como europeas. Y se añade que la gran mayoría de industrias que operan en ese sector son “civiles con tecnologías duales aplicables a la Defensa” y que “las decisiones de gasto afectan al futuro de la base industrial y tecnológica nacional”. En esa línea, apuntan que no se puede “recortar” en la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica y que no se trata de industrias militares, sino aplicaciones para la defensa que desarrollan las empresas en cuestión.