Daniel Radcliffe ha jugado con Lego y al Scrabble durante el confinamiento
El actor de Harry Potter revive su infancia jugando con Lego y al Scrabble junto a su novia
Reconoce que en su vida cotidiana está muy lejos de la imagen de estrella de cine y se considera inseguro
Con una fortuna personal que ronda los 100 millones de euros, producto en su mayoría de lo obtenido por encarnar a Harry Potter, a los 30 años Daniel Radcliffe puede darse el lujo de tomarse su vida y su carrera con tranquilidad. Siempre muy activo en el teatro, dedicó los primeros meses de este año a ensayar y estrenar una nueva puesta en escena de Final de partida de Samuel Beckett en el West End, y también llegaron a las carteleras de cine poco antes que todo se detuviera dos películas independientes que lo tuvieron como protagonista y que pasaron sin pena ni gloria, Fuga de Pretoria y Guns Akimbo.
El actor se ha puesto otra vez de moda en Estados Unidos, donde el nuevo servicio de streaming HBO Max ha incluido en su enorme lista de material disponible las ocho entregas de Harry Potter. Lógicamente, allí se le puede ver desde que tenía 10 años, cuando fue elegido para encarnar al personaje creado por J.K. Rowling que ya había creado una revolución en la industria editorial, hasta que ya había cumplido los 20.
Lo último donde lo veremos este año es en la película interactiva de Netflix con la que Kimmy Schmidt, el personaje creado por Tina Fey que tan bien ha interpretado Ellie Kemper, regresó a la plataforma tras despedirse el año pasado con su cuarta temporada. Para hablar sobre este último proyecto, Radcliffe concedió una entrevista desde su apartamento en el West Village en Manhattan en el que pasa la cuarentena junto a su novia Erin Darke, la actriz estadounidense a la que conoció en el rodaje de Amores asesinos en el 2012 y con quien ha estado desde entonces.
Para el británico estar acompañado cambia radicalmente las cosas: “Tengo muchos amigos que están viviendo solos el confinamiento y yo estoy muy agradecido de estar compartiendo esto con mi novia. Además no tenemos hijos, por lo que no tenemos que entretener a nadie 24 horas al día, lo cual me parecería un enorme desafío”. Eso no quita que Daniel no haya perdido algunos hábitos de la infancia como su pasión por los Lego: “Es algo que me ayuda a pasar el tiempo, puedes pensar mientras construyes y cuando terminas te queda algo muy bonito”, dice entusiasmado. Y aunque prefiere no mostrar sus creaciones, aclara que ha armado un set de Parque Jurásico y otro de Stranger Things.
Aun así, admite que también tiene una cuota de energía para trabajar en proyectos laborales: “He estado leyendo mucho y ayer, finalmente, me puse a escribir, que es algo que he estado probando para ver cómo me sale. Pero cada día me levanto pensando en que voy a hacer algo productivo y siempre encuentro una excusa para distraerme”, confiesa. Radcliffe reconoce que en la vida cotidiana está muy lejos de la imagen de estrella de cine que tienen de él los demás, y que si alguien puede dar fe de ello es Erin, quien no dudaría en hablar de su ansiedad y sus neurosis “porque nadie las conoce como ella”.
Radcliffe explica que la vida y el trabajo suelen ponerle ansioso, algo que es muy común para los que comparten su profesión: “No conozco ningún actor que no lo sufra, incluso mis ídolos, gente que uno no puede entender cómo pueden sentirse inseguros y sin embargo tienen que lidiar con una tremenda inseguridad personal”, dice.
Daniel, que tiene otra casa en Londres, en donde estuvo hasta poco antes de que la gran crisis empezara, tiene en el cuarto desde el que habla un calendario en el que fue marcando cada día de la cuarentena que se autoimpuso al llegar a Nueva York. El actor revela que hay muchas otras cosas que suele hacer con Erin para matar el tiempo, como jugar al Scrabble y también mirar series y películas. “Ella es una gran fan de Schitt’s
Creek y aunque se la ha visto completa la ha empezado a ver otra vez conmigo. Además cada uno ha hecho una lista de su películas favoritas que el otro no ha visto para poderlas compartir, por lo que nos hemos pasado muchas noches viendo filmes muy bonitos”, recuerda.
Si bien por ahora no tiene ninguna intención de llamar a la cigüeña, Radcliffe no podría estar más feliz con la buena noticia de que su compañero de elenco en las películas de Harry Potter, Rupert Grint, se ha convertido en padre de una niña: “Apenas me enteré le envié un mensaje de texto. Él lleva ya muchos años con Georgia y es un momento maravilloso para él. Es muy loco, porque en mi cabeza siento como que nos acabamos de conocer y los dos todavía tenemos 16 años o así. Pero estoy muy entusiasmado con la noticia y estoy seguro que será un padre excelente”, vaticina.