Un torrente de vida truncada
Fue la primera fallecida entre el personal sanitario de la provincia de Cádiz por el coronavirus. A sus 57 años, Ángeles Espinosa Rondán murió en el hospital Punta de Europa de Algeciras el pasado 25 de abril.
La enfermedad se llevó la intensa vida a una profesional muy jovial y divertida, capaz de adaptarse a todo y convivir con gente de todas las edades. Así la recuerdan sus compañeros del hospital.
Ángeles Espinosa, nacida en Jerez, residente en Tarifa, separada y madre de una chica de 30 años, tenía varias pasiones en su vida. Por ejemplo, la playa. Allí pasaba su tiempo libre siempre que podía desde Semana Santa hasta principios de octubre.
Durante el resto del año tenía la pasión de viajar. El pasado mes de noviembre había organizado una excursión de amigas a los Países Bajos, a la que corresponde la fotografía que ilustra esta página; ella es la del centro, con gorro negro.
Espinosa trabajaba como auxiliar de enfermería en la planta de traumatología del hospital de Algeciras, planta que se reconvirtió para acoger a enfermos de Covid-19 desde el inicio de la epidemia. Ella presentó los primeros síntomas muy pronto, el mismo 14 de marzo que el Gobierno decretaba el estado de alarma.
Tras unos días a la espera de evolución, finalmente fue ingresada en el hospital a consecuencia de la alta fiebre que presentaba y que ya no permitía que siguiera en su casa, donde se había confinado. El 22 de marzo ingresaba en la unidad de cuidados intensivos, de la que ya no saldría con vida. Estuvo 26 días en la UCI.
Al conocerse su óbito, sus compañeros del hospital se concentraron ante la puerta del servicio de urgencias y guardaron tres minutos de silencio en su memoria.
El contagio de Ángeles Espinosa pudo haberse producido en el mismo hospital o quizá en el Carnaval de Tarifa o un concierto en La Línea, acontecimientos a los que había acudido porque era una mujer muy activa, amante de estar en la calle y participar en todas las actividades sociales que pudiera abarcar. /