La pasión por grabar sus delitos condena de nuevo a ‘La Manada’
Cuatro de los cinco miembros de La Manada ya tienen más años de prisión que añadir a la condena de quince que les impuso el Tribunal Supremo por la agresión sexual a una chica en los sanfermines de julio del 2016. Y como ocurriera en Pamplona, la pasión de los delincuentes por grabar sus fechorías ha vuelto a ser un arma decisiva contra ellos.
El magistrado de lo Penal número 1 de Córdoba les condenó ayer por un delito de abusos sexuales y otro contra la intimidad de una joven que cayó inconsciente mientras se desplazaban en un coche entre los municipios cordobeses de Torrecampo, en cuya feria trabaron conversación con la víctima, y Pozoblanco, en la madrugada del 1 de mayo del 2016. Según las grabaciones, todos le tocan los pechos por dentro y por fuera de la ropa y Cabezuelo intenta besarla en varias ocasiones.
Esta nueva sentencia suma cuatro años y seis meses de cárcel a José Ángel Prenda, el líder del grupo, y dos años y diez meses más a los otros tres, Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero y Antonio Manuel Guerrero. La sentencia es recurrible ante la Audiencia Provincial de Córdoba.
José Ángel Prenda es el peor parado, ya que el juez considera probado que fue la persona que grabó los abusos en el coche y los difundió al menos en dos grupos de Whatsapp. Por ello, el juez le impone tres años por un delito contra la intimidad y 18 meses por los abusos sexuales, en total cuatro años y medio.
Cabezuelo, conocido como el militar del grupo, también deberá abonar una multa de 12 euros al día durante dos meses por causar lesiones leves a la
Condena a Prenda a 4añosy6mesesya2 años y 10 meses a los otros tres por abusos y contra la intimidad
mujer, al agredirle por negarse a realizarle una felación cuando trasladaba a la joven a su domicilio. Todos están obligados a abonar una indemnización solidaria de 13.150 euros a su víctima.
El punto más conflictivo del caso se encontraba en la consideración de si la principal prueba de cargo, el vídeo grabado por los condenados, podía ser lícitamente utilizado. Durante la vista oral, celebrada en noviembre del 2019, el abogado de La Manada argumentó que los vídeos se consiguieron vulnerando el derecho a la tutela judicial efectiva y el derecho a la intimidad de las comunicaciones, ya que las imágenes se localizaron en la investigación de otra causa judicial y por hechos distintos para cuya investigación el instructor no dio autorización
El juez señala en su auto que la Policía Foral de Navarra, la que encontró el vídeo, no estaba llevando a cabo “una investigación general sobre la vida de los acusados, sino una investigación de un hecho concreto y preciso, en el seno de la cual aparecieron elementos referidos a otro hecho diferente ante los que no podían mantener los ojos cerrados”.