La Vanguardia

La deshiberna­ción de Suárez

El uruguayo reaparecer­á en Mallorca cinco meses después de su operación

- CARLES RUIPÉREZ

El oscuro invierno se ha acabado para Luis Suárez. El frío de las solitarias sesiones de recuperaci­ón en el gimnasio se fue. Las heladas pesas para fortalecer la rodilla y el tren inferior quedaron atrás. La gélida enfermería ha sido un suplicio para un jugador volcánico como él. Pero la hibernació­n está cerca de llegar a su fin. De volver al fragor de la batalla. De regresar al roce con los defensas. Y de poder repetir la explosión de gritar gol. El delantero vuelve a acelerar sus pulsacione­s a medida que se acerca el regreso de la Liga.

Una recta final de campeonato que él se hubiera perdido de no ser por el parón del coronaviru­s. El domingo se cumplen tres meses del último partido oficial del Barcelona, un tiempo que al uruguayo le ha venido de perlas para recuperars­e de su operación del menisco de la rodilla derecha del pasado 12 de enero. La voluntad es reaparecer en Son Moix contra el Mallorca, rival al que marcó un espectacul­ar gol de espuela en diciembre.

Suárez empezó el 2020 con malas sensacione­s en el derbi y acabó por dañarse el menisco en la semifinal de la Supercopa de España en Arabia. Su idea era ponerse en manos del bisturí del doctor Cugat y estar listo en unas semanas pero la articulaci­ón estaba peor de lo esperado y la previsión de baja se fijó en cuatro o cinco meses. La pandemia ha sido un aliado para él, que ya se ejercita con sus compañeros. “Me encuentro muy bien, adaptándom­e a los entrenamie­ntos. El regreso después de una lesión siempre cuesta, porque tienes cierto miedo, pero estoy disfrutand­o de poder estar con los compañeros”, explica a los medios del club.

Su inactivida­d se notará mucho menos que si se reincorpor­ase a un grupo en plena forma. Ahora todos empiezan desde abajo. Y Suárez puede ser desde el principio una solución para el Barcelona. “Luis es el fichaje del confinamie­nto”, celebró Eder Sarabia.

Se ha perdido los 12 partidos de Quique Setién como técnico y el Barcelona ha comprobado, por omisión, la importanci­a de su instinto y olfato. De hecho, sigue siendo el segundo máximo realizador de la plantilla. En su ausencia, nadie ha superado sus 14 goles, cifra que igualó Griezmann, gracias los 5 tantos de ese periodo.

Futbolista corpulento y físico, el motor de Suárez no suele pasar de 0 a 100 en pocos segundos. Necesita ritmo. Le pasa cada principio de temporada. Sólo en la 2016-2017 fue capaz de marcar más de dos goles (fueron 6) en el primer mes de competició­n. Y ahora habrá que ver la respuesta de su coraza, ya que en el último año ha tenido que superar

dos intervenci­ones en la misma rodilla. Tiene de su lado, eso sí, la motivación, ya que está a apenas tres dianas de meterse en el podio de máximos goleadores de la historia del club... en solo 6 temporadas. Lleva 191 goles por 194 de Kubala. “Siempre será bienvenido dejar una marca bonita en un club tan grande como el Barça”, valora.

El descanso, saliendo de una lesión, será importante en un calendario con partidos cada tres días. Sin embargo, Suárez no es de los que sepan entrar en rotaciones. Solo en 12 ocasiones ha jugado como suplente, por 258

titularida­des. Eso ya hizo que varios delanteros se cansaran de calentar banquillo. Además, el caso Neymar afectó tangencial­mente a la planificac­ión de su relevo. No se acertó ni con Dembélé ni Coutinho y se tuvo que ir a buscar a Griezmann. Tres fichajes galácticos para completar la delantera del presente que hizo aparcar el medio plazo. Pese a que el uruguayo, de 33 años, dejó varias pistas de que el club debe pensar en un sustituto, el nueve del futuro no está atado. Con Lautaro en el horizonte, Suárez no ha dicho su última palabra y aun puede dejar el listón más alto.

 ?? EFE ?? Luis Suárez intenta un pase en un entrenamie­nto en presencia de Arturo Vidal
EFE Luis Suárez intenta un pase en un entrenamie­nto en presencia de Arturo Vidal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain