Byron Brown
Alcalde de Buffalo
La policía de la ciudad estadounidense ha recibido duras críticas por su trato a un anciano de 75 años al que tiraron al suelo de un empujón durante una protesta por la muerte de George Floyd y al que no socorrieron cuando sangraba por la cabeza.
Ni la difusión masiva de vídeos evita los porrazos gratuitos. Las manifestaciones contra la brutalidad policial no han hecho más que resaltar la realidad del problema en Estados Unidos.
El toque de queda todavía ha incrementado esa sensación de violencia uniformada como si fuera un deporte: balas de goma, gases lacrimógenos, palizas, detenciones indiscriminadas.
El cuerpo uniformado de Nueva York, un ejército de 38.000 miembros y una tecnología de la que carecen la mayor parte de los ejércitos del planeta ha vuelto a las andadas con su conducta. Mientras zurraban en protestas pacíficas, en otras zonas de la ciudad los saqueadores campaban a sus anchas.
Los intentos de los últimos años por reflotar su imagen tras la muerte del afroamericano Eric Garner en el 2014 –el precedente de George Floyd suplicando en Minneapolis con su “no puedo respirar”– y la eliminación de las detenciones de perfil racial se han desvanecido en unos días, en horas. Hay grabaciones realizadas en esta semana y media de agitación que dejan en muy mal lugar a diferentes policías a lo largo de toda la geografía, con imágenes que sacuden al carácter más frío. Uno de los momentos más estremecedores se registró el jueves en la ciudad neoyorquina de Buffalo. Al observar esas imágenes se siente dolor moral e incluso físico. Eso duele.
Los uniformados avanzan equipados con material antidisturbios como si se fueran a enfrentarse a una horda de invasores, cuando aparece un hombre blanco –luego se informó que tiene 75 años– que se dirige a uno de los agentes. El policía le responde a gritos y con un fuerte empujón de absoluto desprecio que lleva al ciudadano al suelo y boca arriba.
Se puede escuchar incluso el ruido de la cabeza al golpearse en la acera. Las imágenes muestran que la víctima está sangrando. Lo que viene luego todavía incrementa más la indignación. Los policías lo dejan ahí, demostrando un desprecio absoluto por su vida, y se centran en reprimir a otros manifestantes que afean su conducta con el hombre mayor.
“Este incidente es totalmente injustificado y completamente vergonzoso”, remarcó el gobernador del estado, Andrew Cuomo, en su Twitter. Cuomo indicó que había hablado con el alcalde de Buffalo, Byron Brown, y que se mostraron de acuerdo en que los agentes implicados debían ser suspendidos de inmediato, a la espera del resultado de una investigación oficial.
“Los policías han de aplicar la ley, no abusar de ella”, añadió. En rueda de prensa, Cuomo dedujo que las imágenes demostraban “falta de decencia y de humanidad”. Y prosiguió: “¿Por qué es esto necesario? Ese hombre no era una amenaza, solo caminaba. La escena es fundamentalmente ofensiva. ¿Cómo hemos llegado a este punto? Se ataca a la prensa, se lanzan ladrillos a la policía...”.
El alcalde Brown confirmó la medida disciplinaria contra dos de los uniformados implicados, una decisión que ha sido respondida por más de 50 agentes de Buffalo, que han presentado su renuncia en apoyo de sus compañeros. Es la consecuencia de lo que calificó de grabación “muy perturbadora”. Más de 54 millones de personas habían visto el viernes por la mañana esa agresión.
El hombre, del que en principio no se dio públicamente su identidad, se encontraba hospitalizado en estado grave pero estable.
No es la única escena que pone en duda las actuaciones policiales en EE.UU. En Indianápolis, la policía investiga una grabación en la que cuatro agentes reducen con mucha agresividad a una mujer, a base de porrazos y el uso de gas pimienta. En Tacamo, en el estado de Washinton, han aparecido nuevos vídeos en los que se puede ver cómo los uniformados golpean de manera repetida al afroamericano Manuel Ellis, que falleció bajo custodia policial el pasado marzo. La alcaldesa Victoria Woodards, reclamó este viernes el despido inmediato de los agentes.
Uno de los que está saliendo más mal parado de esta crisis es el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. El jueves acudió al acto en honor de George Floyd que se celebró en Brooklyn. Su discurso resultó breve debido a los continuos abucheos de los asistentes.
De Blasio está en la picota por defender a la policía, a pesar de imágenes de violencia contra ciudadanos sentados pero que violaban el toque de queda.
“No olvidemos los progresos que hemos hecho, aunque no son suficientes”, dijo el viernes. También tuvo que pedir disculpas por otro vídeo en el que la policía agrede y detiene a un repartidor de comida. Les dio lo mismo que ese trabajador esencial estuviera exento del límite horario.
Estremecedor vídeo de un hombre blanco de 75 años golpeado y maltratado por los policías de Buffalo
Manuel Ellis es el nombre de otro hombre negro muerto bajo custodia policial, tras ser golpeado