Pescado y marisco hasta la cocina para salir a flote
Cerraron los colegios, los restaurantes y cuando el lunes llegaron a la empresa no había ni un solo encargo para el día siguiente. “Nos quedamos paralizados”, reconoce Ferran Debant, responsable de Fidemus, hasta hace tres meses y durante la última década mayoristas de pescado y marisco de proximidad y alta calidad. De los 20 trabajadores, 17 fueron a un ERTE, del que han ido repescando empleados gracias al comercio a domicilio. Empezó por casualidad. El cliente de un restaurante al que Fidemus servía le preguntó si le podría llevar pescado a casa. ¿Por qué no?, pensó. Tenían los congeladores de la empresa de Arenys de Mar llenos de producto. La decisión fue tan inmediata como enviar mensajes a un centenar de amigos y conocidos ofreciendo pescado a domicilio. El experimento funcionó tan bien que la mayoría repitió y empezó el boca a boca. “La gente ha estado en casa, con tiempo para cocinar y con temor a salir a la calle y hacer cola en la pescadería”, explica Debant. Renovaron la web y elaboraron raciones individuales para domicilio. Entusiasmados con el proyecto, que no dejarán cuando se retome el resto de la actividad comercial, la nueva web de Fidemus detalla desde recetas a los secretos y trucos para elaborar el pescado. Entre las delicias que venden está el lingote de atún del Mediterráneo y unas gambas de Palamós que antes de envasar al vacío y congelar las sumergen en aceite de oliva. En casa basta poner sal en la plancha muy caliente, dejarlas seis minutos y disfrutar del mar. /