Oxígeno tras el encierro
Las colonias de verano extreman las medidas de seguridad y reivindican la importancia del contacto con la naturaleza
La esencia seguirá vigente, no se va a perder. De hecho, se parecerán mucho a las habituales”, asegura el jefe de estudios del centro de formación de la Fundació Catalana de l’esplai (Fundesplai), Marc Alcaraz, describiendo como serán las colonias de verano. Ayer su entidad presentó la campaña en la que esperan superar las 1.300 tandas y 68.000 participantes del año pasado entre colonias, casales y campamentos veraniegos. “Los niños notarán menos el cambio de lo que nos pensamos los adultos. Al fin y al cabo, a la casa se va a dormir y a comer pero la mayoría de la actividad se hace al aire libre, disfrutando de la naturaleza. Los equipos educativos también están trabajando en que no se encuentren nada muy sorprendente”, esgrime Alcaraz.
Así con todo, las colonias se blindarán del coronavirus con toda una serie de medidas de seguridad. Por ejemplo, se señalizará un perímetro de espacio seguro en las fincas para restringir el paso a todo aquel que venga de fuera, no habrá visitas de familiares, las actividades se realizarán acompasando las salidas y las entradas, se instalarán mamparas en los comedores, se limitarán las camas en los dormitorios, los niños deberán seguir unas directrices de higiene personal... “Puede ser pedagógico para acostumbrarse a las nuevas rutinas, como el mantener la distancia en los interiores o el refuerzo de la higiene personal”, apunta el jefe de estudios de Fundesplai.
“El contacto con la naturaleza es una necesidad humana, ahora más que nunca”, reivindica Alcaraz después de que los chiquillos hayan pasado más de dos meses encerrados en casa. Además, muchos de ellos viven en ciudades y sus áreas metropolitanas, donde el aire limpio no suele abundar, algunos en pisos pequeños. Las colonias serán un espacio para oxigenarse desconectados de las pantallas.
“Será un momento de reencuentro con muchos compañeros, porque no todo el mundo ha vuelto a la escuela”, recuerda Alcaraz. “Es importante que socialicen la situación que han pasado entre iguales”, remarca el profesor y psicólogo. De hecho, aunque siempre suele ser un eje vertebrador de las actividades, este año será más importante que nunca la educación emocional de los pequeños. Los más de 2.000 monitores de la entidad están recibiendo formación específica para detectar, por ejemplo, miedos que los jóvenes hayan podido acumular durante el confinamiento.
Fundesplai cuenta con 28 casas de colonias, albergues y terrenos de acampada repartidos por Catalunya. Desde el 2011 lanza cada primavera una campaña de recaudación de fondos para costear las colonias y casales de verano a las familias más vulnerables. Por ejemplo, el año pasado se otorgaron un total de 4.844 becas. Desde la asociación intuyen que la crisis social y económica generada por la Covid-19 hará que las donaciones sean más esenciales esta vez ya que se necesitarán más ayudas.
Los monitores se forman en educación emocional para atender los posibles miedos adquiridos en el confinamiento