El médico que jugaba al ajedrez
Albert Coll Nus, médico generalista, falleció el 1 de abril en Lleida, junto a otras siete personas en aquellos días difíciles en los que la lista de víctimas mortales causada por un virus maligno iba escalando en las estadísticas.
Es la primera –y por ahora única– baja por este motivo entre el colectivo de los profesionales de la medicina en activo en Lleida.
El doctor Coll Nus tenía 63 años y deja un vacío de dolor en su familia pero también una huella imborrable entre sus amigos, sus colegas y pacientes.
Albert Coll Nus –a quien en la imagen vemos a la derecha, de pie, con camisa verde, rodeado de personal sanitario– estaba de baja médica cuando los efectos de la Covid 19 se hacían más que patentes, pero no lo dudó. Sabía que toda aportación era necesaria en un momento como el que le tocaba vivir. Según su compañero de guardias, el doctor Querol, pidió el alta y se incorporó para hacer lo que más sabía, atender a sus pacientes y luchar por su vida. Fue de los primeros en contagiarse.
Ingresado en el Arnau de Vilanova, pronto entró en la UCI y no pudo superar la Covid-19.
El doctor Querol, colega y amigo, lo recuerda siempre entregado a su oficio, “un excelente profesional que gustaba del contacto directo, afable y sincero, siempre con una sonrisa”. Querol destaca también su interés por seguir estudiando, reciclando sus conocimientos de Medicina y su “interés por los idiomas, no solo el inglés, sino el ruso o el chino”.
Fuentes de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària, resaltaron el amor por la profesión del facultativo fallecido, “una labor que ejercía calladamente” y el sindicato Metges de Catalunya, al que estaba afiliado, destacó su “capacidad de trabajo” en la atención más primaria a los enfermos. También el presidente del Colegio de Médicos de Lleida, Ramon Mur, destacó el “ejemplo” de Coll de “profesionalidad hasta el final”.
Albert Coll Nus era el médico de familia de dos pueblos de La Noguera, Os de Balaguer y Castelló de Farfanya, pero se le ha reconocido sobre todo su labor médica en el CAP de Balaguer, donde encadenaba guardias una tras otra. Antes de eso, pasó más de veinte años como médico de familia en Àger, a los pies de la sierra del Montsec.
La alcaldesa de Àger, Mireia Burgués aún lo recuerda como una persona que supo adaptarse a las necesidades del territorio. “En localidades como la nuestra, el médico del pueblo es una figura esencial y el doctor Coll estaba dispuesto las 24 horas del día. Era un vecino más pero que nos conocía a todos y se involucraba en la vida del pueblo, inspiraba muchísima confianza, sobre todo en la gente mayor, una parte importante de la población en el ámbito rural”.
La alcaldesa se queda con la imagen del doctor Coll, sentado en una mesa del café del pueblo, jugando al ajedrez con cualquiera que quisiera probar sus habilidades en el tablero te toquen las blancas o te toquen las negras.
La afición de Albert Coll Nus por el ajedrez se materializaba con su participación en las actividades del Club d’escacs de Balaguer, del que era socio y uno de sus jugadores más destacados. Albert Coll Nus vivía en Almenar y deja viuda –enfermera en el CAP de esta localidad– además de un hijo y una hija.